EL
AMOR ES LA PALABRA DE DIOS
LÁMPARA
ES A MIS PIES TU PALABRA, Y LUZ PARA MI CAMINO. (Salmo
119:105)
Para
algunas personas, la Biblia es demasiado voluminosa y prominente como
para comprenderla. La consideran un desafío imposible. No saben por
dónde ni cómo comenzar. No obstante, como cristiano, no estás solo
para intentar entender los temas principales y los significados
profundos de la Biblia. El Espíritu Santo, quien vive ahora en tu
corazón por medio de la salvación, es el que ilumina la
verdad. “PORQUE
EL ESPÍRITU TODO LO ESCUDRIÑA, AUN LAS PROFUNDIDADES DE DIOS” (1
Corintios 2:10). Y gracias a esta lámpara interior, ahora
puedes leer, absorber, comprender y vivir las Escrituras; pero en
primer lugar, debes comprometerte a hacerlo.
Crea
el hábito. Si todavía no estás acostumbrado, es hora de comenzar a
leer una porción de la Biblia todos los días. Lo ideal sería que
la leyeran juntos como esposos… quizá por la mañana o antes de
irse a dormir. Sé cómo el autor del Salmo 119 quién podía
decir: “CON
TODO MI CORAZÓN TE HE BUSCADO […] EN MI CORAZÓN HE ATESORADO TU
PALABRA, PARA NO PECAR CONTRA TI” (Salmo
119:10-11).
Los
que tienen un patrón constante de lectura de la Biblia pronto
descubren que sus páginas son “DESEABLES
MÁS QUE EL ORO; SÍ, MÁS QUE MUCHO ORO FINO, MÁS DULCES QUE LA
MIEL Y QUE EL DESTILAR DEL PANAL” (Salmo
19:10).
Busca
la ayuda de otros. Tienes razón, la Biblia puede ser profunda y
puede significar un verdadero desafío. Por eso es tan importante
formar parte de una iglesia en donde la Palabra se enseñe y se
predique con fidelidad. Al escuchar cómo se la explica en los
sermones y las clases de estudio bíblico, obtendrás una visión más
amplia y equilibrada de lo que Dios dice a través de su Palabra.
Además, podrás unirte a otros que están en el mismo recorrido que
tú, con el deseo de alimentarse con las verdades de las
Escrituras. “PERSISTE
EN LAS COSAS QUE HAS APRENDIDO Y DE LAS CUALES TE CONVENCISTE,
SABIENDO DE QUIÉNES LAS HAS APRENDIDO” (2
Timoteo 3:14)
Vívela.
A diferencia de la mayoría de los demás libros, que están
diseñados solo para ser leídos y digeridos, la Biblia es un libro
vivo. Vive porque el Espíritu Santo todavía resuena entre sus
palabras. Vive porque, a diferencia de los escritos antiguos de otras
religiones, su autor sigue vivo. Y vive porque se transforma en parte
de ti, de tu manera de pensar y de lo que haces. “SED
HACEDORES DE LA PALABRA Y NO SOLAMENTE OIDORES” (Santiago
1:22).
Jesús
habló sobre las personas que construyen su vida en la arena (en
función de su propia lógica, de sus conjeturas más acertadas o del
último razonamiento). Cuando las tormentas de la vida comienzan a
venir (y siempre lo harán), el cimiento de arena ocasiona un
completo desastre. Quizá estas casas se iluminen y luzcan bien
durante un tiempo, pero son tragedias en potencia. Al final, se
derrumbarán.
Sin
embargo, Jesús dijo: “CUALQUIERA
QUE OYE ESTAS PALABRAS MÍAS Y LAS PONE EN PRÁCTICA, SERÁ SEMEJANTE
A UN HOMBRE SABIO QUE EDIFICÓ SU CASA SOBRE LA ROCA; Y CAYÓ LA
LLUVIA, VINIERON LOS TORRENTES, SOPLARON LOS VIENTOS Y AZOTARON
AQUELLA CASA; PERO NO SE CAYÓ, PORQUE HABÍA SIDO FUNDADA SOBRE LA
ROCA” (Mateo
7:24-25). Cuando tu casa está fundada sobre la roca de la
Palabra inalterable de Dios, está asegurada contra la destrucción.
Esto
se debe a que Dios tiene el plan perfecto para todo y ha revelado
estos planes en su Palabra. Están allí mismo para cualquiera que
los lea y los ponga en práctica.
Dios
tiene un plan para tu manera de administrar el dinero; un plan para
la manera de criar a tus hijos; un plan para tu manera de tratar el
cuerpo; un plan para tu manera de pasar el tiempo; un plan para tu
manera de manejar los conflictos. ¿Acaso tu Hacedor no sabrá
exactamente lo que necesitas?
Si
esto de leer la Biblia en forma regular te resulta nuevo, te
sorprenderá la rapidez con la cual comenzarás a pensar de otra
manera y con la mirada puesta en la eternidad. Y si de verdad quieres
establecer estrategias de vida basadas en la manera que tiene Dios de
hacer las cosas, Él te guiará a conectar lo que lees con la manera
de aplicarlo. Es un viaje esclarecedor con descubrimientos
constantes.
Cada
aspecto de tu vida que sometas a los principios de Dios se
fortalecerá y será más duradero con el tiempo; pero cualquier
parte que no le entregues, al intentar hacerlo por tu cuenta, se
debilitará y con el tiempo fracasará cuando te golpeen las
tormentas de la vida. A decir verdad, quizá sea el área que acelere
el desmoronamiento de tu hogar y tu matrimonio.
Las
parejas sabias construyen sus casas sobre la roca de la Palabra de
Dios. Han visto lo que puede suceder con la arena. Saben qué
significa no tener una base sólida y que los cimientos se venzan.
Por eso debes decidir construir tu vida y tu matrimonio sobre la roca
sólida de la Biblia. Luego, puedes planear un futuro más sólido,
sin importar cuán recia sea la tormenta.
EL DESAFIÓ DE HOY
TOMA
EL COMPROMISO DE LEER LA BIBLIA TODOS LOS DÍAS.
CONSIGUE UN LIBRO DE MEDITACIONES O ALGÚN OTRO RECURSO QUE TE SIRVA
COMO ORIENTACIÓN. SI TU CÓNYUGE ESTÁ DISPUESTO, PREGÚNTALE SI
QUIERE COMPROMETERSE A LEER LA BIBLIA CONTIGO A DIARIO. COMIENZA A
RENDIR CADA ÁREA DE TU VIDA A LA GUÍA DE LA PALABRA DE DIOS Y A
CONSTRUIR SOBRE LA ROCA.
¿Qué
partes de tu vida tienen más necesidad del consejo de Dios? ¿En
dónde crees que hay una mayor susceptibilidad al fracaso? ¿Qué le
estás pidiendo a Dios que te muestre a través de su Palabra?
Todo
lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se
escribió. (Romanos
15:4)
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