En cuanto al Sufrimiento, tenemos seis razones para alegrarnos (1 Pedro 1:3–9)
¿Podemos los cristianos de veras regocijarnos en el sufrimiento? Pedro responde a esto con un resonante “¡sí!”. Pero no nos regocijamos porque el sufrimiento sea grande. No nos regocijamos porque estemos fuera de contacto con la realidad. Nos regocijamos porque:
- Tenemos una esperanza viva (v.3)
- Tenemos una herencia permanente (v.4)
- Tenemos una protección divina (v.5)
- Tenemos una fe en desarrollo (vv.6–7)
- Tenemos un Salvador invisible (v.8 )
- Tenemos una liberación garantizada (v.9)
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