Cómo vivir la vida cristiana.

Cómo vivir la vida cristiana.


2 Pedro 1:1-21.
TEXTO: 2 Pedro 1:3-7.
INTRO: Alguien dijo: “¡No puedo vivir una vida cristiana! ¡Es imposible!” No, no es imposible, pero sí es difícil. Hay cuatro cosas a tener en cuenta:
(1) No trate de vivir la “vida cristiana” si no se ha arrepentido de sus pecados y no ha recibido a Jesucristo como su Salvador.
(2) No quiera vivir la “vida cristiana” confiando en su propia habilidad para “hacer esto” o “no hacer aquello”.
(3) No trate de vivir la “vida cristiana” asistiendo solamente a los cultos. Aunque esto es importante no es suficiente.
(4) No trate de vivir la “vida cristiana” haciendo “buenas obras”.
     ¿Habrá alguien que pueda decirnos cómo vivir la “vida cristiana?” Sí, lo hay, y esa persona es Simón Pedro. Antes de morir, Pedro escribió una carta (2 Pedro) bajo la dirección del Espíritu Santo explicando cómo vivir la “vida cristiana”.
I. La parte de Dios: poder y promesa (2 P. 1:1.4). En estos versículos podemos ver que cada creyente tiene disponible:
1. Un Salvador que lo rescate (v. 1), “Salvador Jesucristo”.
2. Una habilidad para confiar en las promesas de Dios (v. 2), “a los que habéis alcanzado, por justicia de nuestro Dios”.
3. Una oportunidad de conocer personalmente a Dios (v. 2), “en el conocimiento de Dios”.
4. Un Señor para guiarlo (v. 2), “nuestro Señor (dueño) Jesús”.
5. Una fuente de ayuda y paz que no merecemos (v. 2), “gracia y paz”.
6. Una fuente de conocimiento (v. 3), “mediante el cono-cimiento de Aquel”.
7. Una fuente de poder (v. 3), “su divino poder”.
8. Una invitación excelente (v. 3), “por Su gloria y Excel-encia”.
9. Varias promesas, v. 4a.
10. Una manera de experimentar a Dios, v. 4b.
11. Un rescate de la corrupción, v. 4c.
II. Nuestra parte: fe y diligencia.
1. Hay dos requisitos que son nuestras responsabilidades para vivir la “vida cristiana”:
(1) Fe: confianza, seguridad en Dios y en Su Hijo Jesucristo.
(2) Diligencia: esfuerzo para hacer nuestra parte. Por eso “fe” más “diligencia” quiere decir “éxito, triunfo”, Fil. 2:12, 13.
III. Los siete escalones de 2 Pedro 1:5-7.
1. Una fe diligente necesita virtud (2 Pedro 1:5b). Virtud: capacidad de producir un efecto determinado.
(1) ¿Quiere hacer lo que es correcto?
(2) ¿Quiere agradecerle a Dios?
(3) ¿Quiere andar con Jesucristo?
(4) ¿Quiere ser guiado por el Espíritu Santo?
(5) ¿Quiere vencer sus pecados?
(6) ¿Quiere leer más de las Escrituras?
(7) ¿Quiere pasar más tiempo en oración?
2. La virtud necesita conocimiento (2 P. 1:5c; véase Salmo 1). El creyente tiene que tener conocimiento de cosas esenciales:
(1) Conocer cómo es Dios, Éxodo 34:4-7; Juan 4:24.
(2) Conocer lo que Dios ama, Salmo 37:28; 146; 8; Juan 14:23; 15:9; 2 Co. 9:7.
(3) Conocer lo que Dios odia, Sal. 5:5; Pr. 6:16:19; Is. 61:8.
(4) Conocer quién es Jesucristo, Is. 9:6; Juan 1:1-14; 8:58; Ro. 1:3, 4; He. 1:1-14; Ap. 1:5, 17, 18.
(5) Conocer lo que Jesucristo hizo por usted, Is. 53:1-12; Mt. 20:28; Jn. 10:11; Ro. 4:25; 1 Co. 15:3, 4; 1 P. 1:17-21; 1 Jn. 2:2; Ap. 1:5, 6.
(6) Conocer quién es usted en Cristo Jesús, Ef. 1:3-14.
(7) Conocer sus fuentes espirituales, 2 Pedro 1:3, 4.
(8) Conocer la importancia de la oración, Fil. 4:6, 7; Stg. 4:2, 3; 5:16-18.
(9) Conocer la importancia del compañerismo en una asamblea, Hebreos 10:24, 25.
(10) Conocer la importancia de testificar a otros de Jesucristo, Mateo 28:19; Hechos 1:8.
3. El conocimiento necesita dominio propio, 2 Pedro 1:6a.
(1) Pablo mencionó esto en 1 Corintios 8:1.
(2) Santiago lo mencionó en 2:17, 20, 26.
(3)  Jesucristo lo mencionó en Mateo 7:24-27.
A. El dominio propio es el fruto del Espíritu Santo en la vida del creyente, Gálatas 5:23; véase Proverbios 16:32.
4. El dominio propio necesita paciencia (2 P. 1:6b). Paciencia: virtud del que sabe sufrir y tolerar los infortunios y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. La paciencia nos capacita para:
(1) Terminar lo que hemos comenzado, Fil. 3:13, 14.
(2) Seguir a Jesucristo, Hebreos 12:2.
(3) Amar, 1 Corintios 14:7.
(4) Probar nuestra fe, Santiago 1:3.
(5) Desarrollar carácter, Romanos 5:4.
(6) Ser maduros, Santiago 1:4.
(7) Ver las promesas de Dios, Hebreos 10:36.
(8) Tener gozo, Santiago 5:11.
(9) Tener la aprobación de Dios, 2 Timoteo 4:7, 8.
5. La Paciencia necesita piedad, 2 Pedro 1:6c.
(1) El creyente es llamado a soportar para seguir a Dios, mostrar confianza en Él, acercarse a Él, imitarle, agradecerle, y revelarle a otros.
(2) El creyente debe buscar agradecer a Dios en todas las cosas de su vida, Colosenses 1:10; 1 Timoteo 4:7b.
A. Siendo que Dios es misericordioso, el creyente debe practicar la misericordia también, Lucas 6:36.
B. Siendo que Dios es amoroso, el creyente debe serlo también, 1 Juan 4:7-11.
C. Siendo que Dios es santo, el creyente debe ser santo, 1 Pedro 1:15, 16.
D. Siendo que Dios es verdadero, el creyente debe ser verdadero, Juan 8:26; 1 Juan 3:18.
E. Siendo que Dios es bueno, el creyente debe ser bueno, Salmo 34:8, 14.
F. Siendo que Dios es paciente, el creyente debe ser paciente, 1 Timoteo 6:11.
G. Siendo que Dios tiene domino propio, el creyente debe tenerlo también, Éxodo 32:9-14; 1 Corintios 9:25.
6. La piedad necesita el afecto fraternal, 2 P.1:7a; Ro.12:9-13.
7. El afecto fraternal necesita el amor (2 Pedro 1:7b). Véase Juan 13:34, 35; Lucas 6:27-35; 1 Corintios 13:1, 2.
Conclusión: Según Pedro, si seguimos estos siete pasos, obtendremos mucha ganancia en la vida cristiana, 2 P. 1:8-11.
1. No seremos estériles en nuestro conocimiento y relación con Jesucristo, v. 8.
2. No nos faltará la visión para ver todo lo que Dios está haciendo por y para nosotros, v. 9.
3. Podremos probar la madurez de nuestra fe a través de nuestra diligencia y acción, v. 10a.
4. No caeremos en el camino, v. 10b.
5. Podremos asegurar nuestra entrada en el reino, v. 11. (Fin).

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