Día 4. Un amigo disponible


Día 4. Un amigo disponible
¡Es tu respuesta!


Samuel está aprendiendo realmente a ser un amigo 911 disponible, ¿verdad? Está avanzando en un importante secreto que tu también debes descubrir si quieres ser un verdadero amigo 911. El secreto es esto: ¡Debes creer sinceramente que no sabes cómo ser un amigo 911! Hablando en serio, el secreto de ser un amigo 911 disponible –un amigo que se interese, que escuche, que sea una “zona de seguridad” para otros- es admitir que tú no puedes ser ese tipo de amigo… con tus propias fuerzas, digamos. Aunque no lo quieras admitir, no tienes lo que realmente lo convierte a uno en un amigo 911. Nadie lo tiene.

“Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer”.
(Juan 15:5)

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehovah”.  (Isaías 55:8)

¡Se honesto! ¿Crees que tienes en ti mismo toda la fortaleza y sabiduría que necesitas para ser un amigo 911?
5Si. 5Quizás un poco. 5No.

A veces tenemos la tentación de contestar que “si” o “quizás un poco”. Si contestaste de ese modo, ¿Por qué piensas que tienes la fortaleza y sabiduría como para ser un amigo disponible?

  1. Hacer aparecer la fuente de poder.
“Muy bien”, contestas. “Dejo a un lado esa actitud de `Ya lo tengo todo` y acepto que no tengo el poder como para ser un amigo 911. Y entonces, ¿Qué se necesita para ser un verdadero amigo 911?”.

Ser un verdadero amigo 911 significa que debes admitir delante de Dios que necesitas su ayuda y aprender de Cristo, para así obtener el poder y la fortaleza para ser la clase de amigo 911 que es él. Además necesitas admitir que eres débil y que necesitas ayuda para ser humilde, pero dependiendo de la fortaleza de Cristo para que él te de poder.
El apóstol Pablo entendió el secreto de admitir humildemente su propia debilidad y su necesidad de recibir el poder de Cristo. Por eso escribió:

“y me ha dicho: "Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad." Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo”.
(2Cor. 12:9)

¿Admitirás que tú no tienes el poder necesario para ser siempre un amigo que cuide y se interese por la gente que esta en problemas? ¿Dependerás de Cristo para tener el cuidado que él tiene?
5Si. 5Tratare.

¿Admitirás que tú no tienes la fortaleza como para estar escuchando a otros que están en necesidad? ¿Dependerás de Cristo para escuchar como escucha él?   5Si. 5Tratare.

¿Admitirás que tú no tienes los recursos para ser siempre una “Zona de seguridad”, manteniendo en forma confidencial los comentarios y sentimientos de tus amigos? ¿Dependerás de Cristo para ser una “zona de seguridad” como lo es él para ti?       5Si. 5Tratare.

Repite este versículo en voz alta:

“¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!”  (Filipenses 4:13)
Tú puedes ser más como Cristo y un mejor amigo para los demás con su ayuda y su fortaleza. Él te ayudará a admitir tu debilidad y a depender más de su fortaleza.

Pero, ¿Cómo alcanzamos la fuerza de Dios para llegar a ser un mejor amigo  911 como lo es Cristo? Pon un aspa en el punto que te parezca más correcto.

5Repetir tres veces al día filipenses 4:13.
5Tener un encuentro con una persona súper espiritual.
25Escuchar música rock cristiana.
5Memorizar todos los versículos del Antiguo y Nuevo Testamento de modo que los puedas citar de tras para delante.
5Dejar el estudio y vivir solitario como un monje.
5Permitir que Dios continuamente viva y ame a través de ti por el poder de su Espíritu.

Lee cuidadosamente los versículos siguientes:

(1 Juan 4:“7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. 12. Y todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 13 En esto sabemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor. Y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él.17 En esto se ha perfeccionado el amor entre nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio: en que como él es, así somos nosotros en este mundo”.)

Nuestra fuente de poder para ser un amigo 911 como Cristo es el Espíritu Santo viviendo y actuando por medio de nosotros. Cuando dependemos de Dios y actuamos obedeciendo su Palabra, él nos da poder para ser un amigo que se interese más, que escuche mejor y que sea una “Zona de seguridad”, y mucho más. También descubrirás que puede dar poder a tus amigos para que ellos también sean amigos 911 para ti.

Meditación en oración.
Toma unos momentos para pensar en tu compañero de amistad. A veces él necesita de alguien que realmente se interese en él, que lo escuche y que sea una “zona de seguridad” para él, como para hablar en los momentos de lucha. Ahora imagina que Cristo es personalmente ese amigo 911 para tu compañero de amistad. Siente la compasión del corazón de Cristo cuando va hasta tu amigo y le dice: “realmente me preocupo lo que te pasa en estos momentos. Sé lo que es estar herido como tú lo esta ahora y me duele que estés sufriendo. Quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte, pase lo que pase”. Mientras estás así, observando a Cristo que comparte  con tu amigo, ¿puedes sentir su corazón que se interese por nosotros? Dile a Cristo ahora mismo que tú quieres que su compasivo corazón toque tu propio corazón.

Ahora imagina que tú, tu amigo y Cristo están sentados en un lugar tranquilo. Tu amigo comienza a abrir su corazón y a compartir con Jesús los detalles de su lucha y cómo lo está pasando o como se siente. Ves a Jesús que se inclina, escuchando cada palabra. Ves en su rostro que se refleja el dolor a medida que asiente lentamente, comprendiendo todo. Lo oyes que dice en voz suave: “siento realmente que te esté pasando todo esto”. Miras más de cerca y ves lágrimas de compasión que llenan los ojos del Salvador y corren por sus mejillas. ¿Puedes sentir cómo Cristo comprende y cómo se identifica con la lucha de tu amigo? ¿Por qué no le dices cuánto quieres que ese corazón comprensivo sea el tuyo?

Finalmente, tu amigo comparte con Cristo todo lo que tiene para compartir. Cristo se acerca y lo toca en el brazo. Con una voz tierna, le dice: “Quiero que sepas que todo lo que hemos hablado no saldrá de aquí. Nunca tendrás que temer que le vaya a contar tu problema a otra persona. Yo soy una “Zona de seguridad” para ti. Puedes venir siempre sin miedo a ser rechazado o ridiculizado. Seré siempre tu refugio. Puedes contar con eso. Yo siempre, siempre, seré tu mejor amigo”

¿Puedes notar la lealtad de Cristo en su mirada? ¿Puedes captarla en su voz? Dile a Cristo que tú quieres que su lealtad también sea tuyo.

Confirma tu encuentro con tu compañero de amistad.
Llámalo o visítalo a tu compañero de amistad y confirma el día y la hora programados para recorrer juntos en día de estudio que viene.

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