No Hay Accidentes

No Hay Accidentes

Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1 Timoteo 1:17


He vivido mucho tiempo», le dijo Benjamín Franklin a los ochenta y un años a la Convención Constitucional, «y cuanto más vivo, tantas más pruebas convincentes encuentro para esta verdad: que Dios gobierna los asuntos de los hombres. Y si un gorrión no puede caer al suelo sin que él lo note, ¿es probable que un imperio pudiera surgir sin su ayuda?»

Las naciones se levantan y caen, los líderes van y vienen. Pero hay solo un Rey de reyes y Señor de señores, y aquel que ordena el fluir de la historia y guía el vuelo del gorrión también atiende con todo cuidado las necesidades de sus hijos. A.W.Tozer escribió: «Para el hijo de Dios no hay tal cosa como un accidente. Él viaja con un rumbo asignado... Sucederán cosas que parezcan accidentes, y sucesos que algunos llamen mala suerte, pero estos momentos serán solo malos en apariencia, porque no podemos leer el secreto guión de la providencia de Dios que nos es oculta».

Dios es eterno, por lo que su perspectiva es amplia. Él es inmortal y no le teme a la muerte. Es invisible y está siempre presente. Es omnisciente y siempre sabe qué hacer. Confíe en él, dándole gloria y honor por siempre. Amén.

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