LIBERTADOR Y SANADOR
PROFECÍA
PROCLAMADA Isaías 61:1-3
Jesús realizo muchos milagros cuando camino sobre esta tierra. Él
asistió a aquellos en necesidad de sanidad y suplió sus necesidades. Con todo,
la sanidad física es sólo temporal, y Dios posee un plan mayor para nosotros.
En Juan capítulo cuatro había un noble que le pidió a Jesús que
sanara a su hijo. Jesús le dijo que fuera a casa, su hijo había sido sanado. El
hombre creyó y obedeció. Luego en Juan4:53, dice por segunda vez que el hombre
creyó. En está ocasión, él no creyó para obtener sanidad física, sino creyó
para salvación. Este hombre no estaba creyendo en un milagro, sino en el
Mesías. Él fue más allá del milagro hasta llegar a Jesús.
Esa es la razón por la cual los milagros se realizaron, para que
él pudiera cree en el Señor Jesús. ¿De qué hubiera servido si el niño hubiera
sido sanado y después muere y va al infierno? Jesús no sanó a todos. Pero salvará a todo aquel que clame a
Él. Él no vino primordialmente como maestro o sanador, sino vino como Salvador.
Los milagros de gracia son siempre mayores que los milagros de
gloria. Cuando Jesús convirtió el agua en vino, Él hizo con una palabra. Cuando
Él salvó mi alma, colgó en la cruz. Él mayor milagro es el milagro del nuevo
nacimiento. Juan dice: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de
sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han
escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31).
PROFECÍA
CUMPLIDA: Lucas 4:16-21
Al leer el pensamiento de hoy: Piense en una ocasión especifica en
la cual Dios fue si libertador y sanador. Alábale porque posee poder para
sanar, pero aun más importante, posee poder para liberarnos y salvarnos.
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