¿Los hábitos de desafiar el statu quo? N" 7

¿Los enemigos del hábito de desafiar el statu quo?

1. Comodidad: “Estoy acostumbrado a hacerlo así”.
2. Resistencia: “No deseo cambiar”
3. Pereza: “Cambiar implica mucho esfuerzo”.
4. Predisposición: “”Nada va a cambiar”.

Fórmese el hábito de desafiar el statu quo.

1. Comience creyendo que las cosas pueden cambiar.

Jesús salió de la tumba, por lo tanto las cosas ya no podían permanecer como siempre. Hay poder para cambiar. Solo aquellos que eligen no cambiar, no cambian. No hay problema que no pueda ser transformado por Jesucristo resucitado.

2. No acepte lo que otros han dicho acerca de que algo es difícil o imposible.

Siempre hay personas que explican por que las cosas no pueden cambiar. También encontrara personas negativas en cualquier lugar al que vaya. Muchas veces, porque no están dispuestas a pagar el precio del cambio, esas personas intentaran inyectarle una dosis suficiente de pesimismo sobre la realidad como para enfriar su entusiasmo. Simplemente, no escuche a esas personas.

3. Establezca metas acerca de cómo usted desea que sean las cosas.

Establecer metas es poderoso. Escribirlas es el primer punto para cambiar cosas. Tendemos mas a hacer las cosas que hemos escrito que las que no hemos escrito.

4. Adopte la filosofía de vida que dice: “sólo un poco más”.

No se contente con el promedio, camine la segunda milla. Haga más de lo que sea necesario. Nunca haga las cosas solo para vivir y nada mas. No busque atajos. Ponga siempre en cada cosa su mayor entusiasmo.

En asunto de estilo, nade con la corriente. En asuntos de principios, manténgase como una roca. Anónimo.

5. Desafié el estado de las cosas si no son como debemos ser:

Atrévase a ser un agente de cambio. Permita que Dios lo use para hacer una diferencia. Usted puede hacerlo con amor y con mucho tacto. Este seguro de lo que usted desea cambiar merece el esfuerzo requerido.

6. Descubra que obstáculos podrá encontrar si decide desafiar el estado presente de las cosas.

Pregúntese a si mismo: “Si yo intento este cambio, ¿Qué obtendré específicamente como resultado?”. Anticipe lo negativo. Acepte que cambiar es statu quo no será fácil.

7. Haga una lista de las áreas de su vida que han llegado a estancarse.

Todos tenemos la tendencia a estancarnos, a seguir la vía de menor resistencia. Señale específicamente las áreas en las cuales usted siente que ya no esta creciendo.

8. No cambie solamente por el placer de cambiar.

Tenga un verdadero propósito al intentar cambiar las cosas. Cambiar, algunas veces, no es lo mejor. Cambiar sin un propósito es invitar a la confusión. Algunas cosas deben dejarse como están. Pregúntese a si mismo: “¿Por qué siento que esto debe cambiar?”.

9. Sea amable al desafiar el statu quo.

No asuma una actitud orgullosa que aleje a la gente. De ese modo, usted puede ofender a las personas. El cambio ocurre más fácilmente cuando es presentado en una atmosfera de amabilidad. Algunas veces, lo que molesta a las personas no es la idea de cambiar sino la manera en la cual este es presentado.

Señor, dame la gracia para reconocer las cosas que no pueden cambiar, valor para cambiar las que pueden se cambiadas, y sabiduría para conocer la diferencia. –Anónimo.

10. ¡Sea paciente!

Cambiar lleva tiempo, tenga paciencia y manténgase firme. Algunos días, usted avanzara a grandes pasos; pero otros, todo parecerá muy lento. No se rinda. Recuerda: el proceso de desafiar el statu quo puede producir un gran sentido de satisfacción.