Elevado En Un Cántico


Elevado En Un Cántico

¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios! Salmo 147:1


La Gran Depresión golpeó muy fuerte a un hombre llamado J.C. Penney, y puso en peligro su salud. Preocupado y desesperado por sus enormes pérdidas económicas, el hombre sintió que ya no tenía nada por qué vivir. Hasta su familia y sus amigos lo rechazaban. A solas, una noche en el hospital, se desanimó tanto que pensó que moriría antes del amanecer, pero en ese momento oyó una canción que provenía de la capilla del hospital. Las palabras eran: «No te desanimes pase lo que pase, porque Dios cuidará de ti».


Penney entró en la capilla, escuchó la canción y la lectura de las Escrituras, además de la oración. Luego escribió: «De repente sucedió algo que no puedo explicar. Solo puedo decir que fue un milagro. Sentí que en ese instante me elevaba por encima de la oscuridad de un calabozo y llegaba a la cálida luz del sol». Desde ese día J. C. Penney jamás volvió a sentir el agobio de la preocupación, y más tarde llamó a ese momento en la capilla «los veinte minutos más gloriosos y dramáticos de mi vida». Cuando murió a los noventa y cinco años, dejó mil seiscientas tiendas por departamentos que llevaban su nombre.


La música es terapia para el alma. Eleve hoy su corazón en un cántico a Dios. ¡Es bueno cantar alabanzas a Dios!

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