Un padre de familia estaba tratando de
dormir su siesta un domingo por la tarde en la sala de su casa, mientras su
pequeño hijo lo molestaba continuamente diciéndole: “Papi, estoy aburrido”.
Tratando de buscar la forma de
entretenerlo, su padre tomó de un periódico una foto del mundo, la cortó en
casi cincuenta pedazos y le dijo: “Hijo, este es un rompecabezas. Quiero que lo
armes”. Luego se acostó para terminar su siesta, pensando que por lo menos
dormiría de una hora y media a dos.
Habían pasado apenas quince minutos
cuando su hijo lo despertó diciendo: “Papi, ya terminé. Ya está armado”. El
padre sabía que su hijo no conocía todas las posiciones de los países y cosas
como esas, por lo que era imposible que lo hubiera terminado tan pronto, así
que le preguntó: “¿Cómo lo hiciste?” El niño contestó: “Papá, había una foto de
una persona en el reverso de la página de ese periódico y cuando terminé de
armar esa persona el mundo quedó arreglado”.
Es sorprenderte cómo el mundo se ve
mejor cuando su persona es puesta en orden en la forma correcta. En esta serie
hablaremos de cómo manejar y vencer las heridas de su vida, los hábitos que
están destruyendo su vida y los complejos que han causado dolor en ella. Heridas, hábitos y complejos.
Isaías 57:18 Yo vi su conducta,
pero lo sanaré, lo guiaré, lo llenaré de consuelos; y a los que hacen duelo por
él,
“He
visto como han actuado, pero los sanaré. A los que están cerca y a los que
estén lejos”.
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