El Punto de Todo Es Reconciliarse

ESCRITURA: 

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” (Salmos 133:1). 

PORCIÓN BÍBLICO:
¿Sabe lo que quiere Dios para usted hoy? Reconciliación. Eso es mucho más importante que cantar en el coro, o predicar un sermón, o servir en la guardería, o aún ofrendar. Cuando aprendemos esto, Dios traerá gran avivamiento a nuestras iglesias. El avivamiento siempre comienza cuando la gente confiesa sus faltas, unos a otros, oran los unos por los otros, y se perdonan mutuamente. Avivamiento no es hacer temblar el edificio por la mucha emoción. Es, más bien, “hacer que se derrumben los muros”. No es solamente el decir: “Voy a hacer las paces con Dios.” Es más bien decir: “Voy a hacer las paces con mis hermanos y hermanas.” Cuando estemos reconciliados, el avivamiento vendrá, seguido de regocijo. Pero no cualquier clase de regocijo: habrá el gozo del Espíritu Santo cuando usted sepa que no hay ningún estorbo entre su alma y su Salvador, y ningún problema entre su alma y un hermano o hermana. ¡Gozo indescriptible! 


PUNTO DE VIDA:
Lea Mateo 5:23-26. ¿Ha tenido alguna divergencia con alguien de su familia? ¿Está usted separado o separada de su cónyuge? ¿Están rotos los lazos de amistad con alguien? Reconcíliese ahora mismo.

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