“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación” (Salmos 119:97).
TEXTOBÍBLICO:
¿Sabe usted cuáles fueron las palabras de Pablo cuando se encontró con el Señor Jesús en el camino hacia Damasco? Dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6). Note que él no dijo: “Señor, ¿qué es lo que los otros quieren que yo haga?” o “¿Qué quieres que los otros hagan?” Dios tenía un plan personal para su vida. El permaneció en su trayectoria y jamás disminuyó su pasión, aún cuando las cosas se pusieron muy duras. Nada pudo detener a Pablo. ¿Sería capaz de decir lo mismo acerca de usted? Los galgos infernales se burlan de usted ahora mismo. ¿Está firmemente enfocado en Jesús, de tal manera que nada puede detenerlo o desviarlo para cumplir la voluntad de Dios, para amarle con todo su corazón y para dedicar cada onza de quien es usted, para Él?
CENTRO DE ACCIÓN:
¿Cómo alguien puede saber que usted está firmemente enfocado en Jesús? ¿Qué hay acerca de su vida que testifica que usted tiene un amor apasionado por Dios?
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