A TI MUJER, A TI PRINCESA, A TI HIJA DEL REY
A ti mujer, a ti princesa, a ti hija del Rey, hoy quiero recordarte lo especial que eres, que vales oro, que eres la niña de sus ojos, delicada, frágil ante Dios.
Nunca permitas que nadie te desprecie y te haga sentir menos, porque fuiste hecha mujer, moldeada por Él. Dios ha depositado en ti virtudes y cualidades, maravillosas, cree en ti misma, en Cristo tienes identidad, sé olor fragante a ÉL, eres templo de su Espíritu, eres digna porque vales su sangre.
¡Sigue! Cuando haya una fracaso, déjalo en las manos de Dios, no te desanimes, sé valiente y esforzada, sabia, prudente, que tu corazón rebose de amor por Cristo y el cumplirá tus sueños y anhelos.
Nunca dejes de soñar, de sonreír, porque con Jesús todo lo puedes, llegarás a la cima, como ejemplo a otras mujeres, siendo fuerte y única.
No olvides que eres MAS QUE VENCEDORA, ¡LIBRE! Y EXITOSA, nunca bajes la mirada ni tu voz, confiando en que vas a lograr grandes cosas, que Dios cumplirá su propósito en ti.
¡ERES BELLA HIJA DE DIOS CON ÉL NO TE FALTA NADA!
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