El Corazón

El corazón humano es como un recipiente pequeño, y como su espacio es limitado, debo escoger con mucho cuidado con que llenarlo. Además, lo que decida guardar en el será todo lo que tenga para compartir con los demás. Si dejo que se llene de amargura y resentimiento, mis seres queridos, mis compañeros del trabajo o la escuela y los hermanos de la iglesia no tendrán prioridad en mi vida. En lugar de eso, mis pensamientos se centraran en mí mismo y en la persona que me hizo algún mal. Sin embargo, si permito que Dios sea Dios para la otra persona y pongo todas las circunstancias debajo de su soberanía en mi vida, la bondad comenzará a fluir libre y naturalmente en mí.

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