Esta vivo

No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí.


Un gran ejemplo

Ron Hunter era el entrenador de baloncesto de la Universidad de IUPUI en Estados Unidos, cuando un día, tomó la decisión de acudir a un partido descalzo, para comprometerse con la ONG Samaritan’s feet [Pies samaritanos], y de esa manera ayudar a las personas que no tienen zapatos.
Consiguió recaudar en un solo día más de 140.000 zapatos. Poco tiempo más tarde, y en el día de la celebración del nacimiento de Martin Luther King (Ron es de raza negra), más de 300 entrenadores en todos los Estados Unidos acudieron descalzos a sus partidos, siguiendo su ejemplo.
En el Evangelio de Marcos, nos encontramos al Señor Jesús comprometido con los que no tenían nada, ayudando a los más desfavorecidos y sanando a los enfermos. Estos son algunos de los versículos más conocidos del libro:
«E inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu como paloma descendía sobre Él; y vino una voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido» (1:10-11).
«A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante» (2:11-12).
«Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno» (4:20).
«Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma» (4:39).
«Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción» (5:34).
«Y tomando a la niña por la mano, le dijo: Talita cum (que traducido significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!)» (5:41).
«Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios» (10:14).
«“Y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza”. El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” No hay otro mandamiento mayor que éstos» (12:30-31).
«Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras» (14:36).
«Pero él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron» (16:6).

ORACIÓN


Padre que estás en los cielos, quiero ayudar a los demás. Enséñame cómo puedo hacer bien a alguien hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario