epílogo
la parte final de un discurso o ensayo en la que se resume
Hoy Es el Día
William Barclay cuenta una fábula de
tres demonios aprendices que debían venir a la tierra para terminar su
aprendizaje. Hablaban con Satanás, el jefe de los demonios, sobre sus planes
para venir para tentar y arruinar a los seres humanos.
El
primer diablo dijo: "Yo sé lo que
voy a hacer. Les diré que no hay Dios."
Satanás dijo: "Eso no va a engañar
a nadie. Ellos saben que hay un Dios."
El
segundo dijo: "Les
diré que no
hay infierno."
Satanás dijo: "No lograrás engañar
a nadie, porque los seres humanos saben muy dentro en su corazón que hay un
lugar que se llama infierno y que es castigo por el pecado."
El
tercero dijo: "Yo sé lo que
haré. Les diré que no hay prisa."
Satanás dijo: "Tú arruinarás a los
seres humanos por millares. El más peligroso de todos los engaños es la idea de
que hay tiempo de sobra."
Jesús vendrá por los que han recibido la dádiva de salvación.
La Biblia nos dice, en términos inequívocos, que su retomo es inminente.
Santiago dice: "afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor
se acerca" (Santiago 5:8). Pedro dice: "Mas el fin de todas
las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración " (1 Pedro
4: 7). Las últimas palabras de Jesús que se anotan en la Biblia son: "Ciertamente vengo en breve"
(Apocalipsis 22:20). El conocimiento de que él vuelve pronto debe poner
urgencia en nuestro paso.
Tal vez usted que está leyendo este folleto todavía no
conoce personalmente al Señor Jesús. Vendrá un día cuando esa decisión tiene
que tomarse, o ya no habrá oportunidad. Usted no puede oír las advertencias,
oír la Biblia, escuchar a sus amigos, observar lo que sabe que es evidencia de
la obra de Dios en el mundo, y no tomar la decisión que tiene que tomar. Muchos
rehúsan escuchar la verdad porque sus mentes simplemente están llenas de otras
cosas. ¡No sea uno de ellos!
No quiero que
usted se pierda la oportunidad de conocer a Jesucristo o de pasar la eternidad
con el Dios Todopoderoso. Si todavía no ha confiado en Cristo, ¿por
qué no hacerlo hoy mismo? ¿Por qué no recibirle como su Salvador y su Señor? ¡Hoy
es el día!
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