¿POR QUE MURIÓ EL BURRO?
Una
vez mi familia y yo viajábamos en un carro por el campo, cuando vimos un burro
parado cerca de la carretera. Era tan flaco que nos parecía sólo cuero y
huesos.
¡Pobre
burro - dijimos a una voz. Seguramente está enfermo.
Cuando nos
acercamos a él, vimos algo que nos llenó de lástima. ¡Alguien había amarrado la
boca de aquel animal!.
Los
esfuerzos del burro para abrir la boca resultaron en vano. La soga cortaba como
cuchillo y la sangre le pintaba la nariz.
Frené el carro,
me bajé y caminé hacia el infortunado. Yo quería ayudarlo. Quería librarlo.
Anhelaba quitarle la soga. Yo sentía una satisfacción interna ante la
posibilidad de tratarlo con misericordia. Y con notable intención me acercaba a
él. Pero de repente el animal empezó a correr. Se levantó una nube de polvo por
donde corría. No me dejó ni siquiera tocarlo, mucho menos quitarle la soga.
Tristemente
regresé al carro. Una semana después pasé por el mismo camino. Allí encontré el
cadáver del burro: La soga, teñido de sangre, le tenía la boca cerrada todavía.
Aquella
experiencia me hizo reflexionar a mí mismo: ¿POR QUE MURIO EL BURRO?. Casi
enseguida pensé en la respuesta: El burro murió por que alguien le amarró la
boca. Aunque era cierta la respuesta, no quedé satisfecho con ella. Porque a
pesar de eso él tuvo una oportunidad de
escaparse de tan mala suerte. Yo podía y quería librarlo.
Otra vez me
hice la pregunta: ¿POR QUE MURIÓ EL BURRO? La segunda respuesta me la dí con
más convencimiento.
El
burro murió por no interpretar bien la intención mía. El pensamiento que yo le
iba a hacer algún daño, y desgraciadamente su equivocación le costó la vida.
Repito que yo
podía ayudarlo y quería librarlo. Más el burro no lo creyó así: Huyó, rechazó
la oferta mía y murió. Si el burro hubiera comprendido el gran deseo mío,
quizás hubiera aceptado mi oferta de librarlo. Yo decía en mi mente: ¡Pobre
burro, pobre burro! ¡Lástima que no comprendiera la intención mía!
Al
reflexionar un poquito más llegué a la conclusión de que el comportamiento de
aquel animal sí se comprende: ¡Era burro!
¿Cómo podía él
interpretar bien siendo un mero burro?. Hay que perdonarle su equivocación y
su incredulidad.
Muy a menudo
tengo la oportunidad de recordar lo de aquel burro. Igual equivocación e
incredulidad se ve por todos lados, muy especialmente en lo espiritual. El
deseo de Dios hacia nosotros es muy fácil de comprender: En primer lugar, su
palabra nos dice claramente que "El no quiere que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9) y que " El
quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la
verdad" (1 Timoteo 2:4).
También se
comprende que Dios quiere salvarnos por la provisión que hizo para los
pecadores. Casi no hay personas en nuestro círculo de amistades que no haya
oído que Cristo murió por nosotros en la Cruz. Quizás no saben los textos de la
Palabra de Dios tales como 1 Corintios 15:3: "Cristo murió por nuestros
pecados conforme a las Escrituras", o que en Cristo "tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados por las riquezas de su gracia"
(Efesios 1:7).
Pero sí saben que así es. Cristo
invita a los pecadores: "venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). Y asegura que "al
que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
Miles
de pecadores han creído en estas promesas
de la Sagradas Escrituras y han experimentado que la intención de Dios hacia
ellos es buena. Han sido librado de los lazos del pecado.
Ya pueden andar en el camino de Dios.
Pueden comer los pastos verdes a donde los conduce el Buen Pastor. Han
encontrado vida abundante, vida eterna.
Al
oír las palabras de Cristo en aquel entonces, algunos no creyeron. A los tales
El les dijo: "Y no queréis venir a mí para que tengáis vida" (Juan
5:40). Seguramente ellos malinterpretaron la intención del Salvador. Aunque
ellos no eran burros, se comportaron como el burro de este relato. Hoy en día
hay muchos que cometen semejantes equivocación.
Donde puedo conseguir este folleto por mayoreo para evangelizar?
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