SALVACIÓN DEL ALMA DEL INFIERNO

SALVACIÓN DEL ALMA DEL INFIERNO

Lectura: Hechos 16:25-32
Texto: Hechos 2:21
Introducción: Ninguna alma será salvo del infierno sin haber oído la Palabra de Dios. Esta es la razón que es tan importante para cada uno de nosotros a testificar a cada persona que vive. Nosotros, los creyentes, somos responsables de que los hombres entienda la Buenas Nuevas o Noticias. Este es el plan de Dios y si UD. no lo está cumpliendo, vive en rebelión contra el Padre Celestial.
¿Qué quiere decir "salvación?" Las palabras usadas en las Escrituras dan la idea de liberación, seguridad, preservación, curación y salud.
"Salvación" es la gran palabra inclusiva de las Buenas Noticias y toca justificación, redención, gracia, propiciación (a cubrir), imputación (atribuir a otro una culpa, delito o acción), perdón, santificación y glorificación.
Hay tres tiempos:
(1)   El creyente ha sido ya salvo de la culpa y la pena del pecado, Lc.7:50; 1 Co.1:18; 2 Co.2:15; Ef.2:5,8; 2 Tim.1:9. (Salvos del pecado pasado)
(2)   El creyente ha sido salvo del habito y dominio del pecado, Ro.6:14; 8:2; Fil.1:19;2:12,13; 2 Tes.2:13; Ga.2:19,20; 2 Co.3:18, (salvo del pecado presente)
(3)   El creyente será salvo en el sentido de ser conformado completamente a la imagen de Jesucristo, Ro.13:11; Heb:10:36; 1 Ped.1:5; 1 Jn.3:2, (salvo de la ira venidera)
Nótese bien que la salvación de un alma del infierno es una obra combinada de Dios el Padre, de Dios el Hijo, y de Dios el Espíritu Santo a favor del pecador, véase Jonás 2:9.

I. Cada aspecto de salvación, desde el principio hasta el fin, es una obra de un Dios soberano por el hombre pecador,  desvalido. Fue Dios que la propuso, fue Dios que lo compró, y fue Dios que destinó tal salvación para el beneficio de sus escogidos. Por eso, el asunto de salvación no es una cooperación entre Dios Santo y el hombre perdido, sino una obra del Dios Trino y Una sola parte es el esfuerzo del pecador.
1.    Estudiando toda de las Escrituras Ud. no puede encontrar ningún texto que atribuye salvación en parte o en totalidad a  las obras hechas por el hombre, 1 Ped. 1:1-5.
       (1) En este versículo dice que fue Dios que planeó la salvación, que Él es el Arquitecto, el Comprador, el Constructor, y el Obrero en los corazones duros del hombre caído.
2.    Antes de poner la fundación de esta  tierra Dios  el Padre entró  en un pacto, convenio, acuerdo de gracia y redención con Dios el Hijo y con Dios el  Espíritu Santo  y ellos llegaron a esto:
(1)      Dios el Padre habría de escoger incondicionalmente un número cierto, especifico, de los miembros de la raza humana caída para ser salvos, Hechos 13:18; Ef. 1:3-5; 2 Tes. 2:13.
(2)      Dios el Hijo consintió que seria el Fiador por aquellos escogidos pagando su deuda, pena debido al Dios santo, y por su propia sangre derramada a los redimidos, Mateo 1:21; 20:28.
(3)   Que Dios el Espíritu Santo consintió en aplicar la redención comprada a los elegidos por la obra de regeneración espiritual, Juan.3:3-8.

II. Sí, de veras, Dios el Padre escogió un número de personas para ser salvos según Su consejo soberano y sabio, Ef. 1:4,5. Si no, no hubiese habido ninguna alma salva siendo que el hombre es muerto en pecado, es importante, y no puede hacer nada.
1.    Hay que entender que toda la raza humana está perdida,  degenerada, pasiva, no activa, inactiva, inerte al decreto de la elección incondicional, Ef. 2:1. Véase Gé. 2;17; Ez.18:20;  Ro.6:23; 8:6; Stg.1:15; 5:20; Lc.15:32; Ef.5:14; Col.2:13.
2.    Aquella selección fue según la voluntad libre del Padre  y el pecador que es el recipiente de la gracia soberana de Dios. Siendo que aquel escogimiento fue hecho en la eternidad pasada, cada persona escogida será redimida, salva por la  obra final de Jesucristo en la cruz, Juan 6:37-39.

III. La condición espiritual muerta del hombre establece la necesidad que Dios tuvo que proveer salvación y Él usa Su Espíritu Santo para producir vida espiritual e la obra de  regeneración.
1.    No debemos olvidar que el hombre está muerto espiritualmente, Ef. 2:1.
2.    Que él es incapaz de comprender las cosas espirituales, 1 Cor. 2:14.
3.    Que él no tiene ninguna voluntad para venir al Salvador, es pasivo, Juan 3:19,20.
4.    Que él es incapaz, impotente, imposibilitado para venir al Salvador por sí mismo, Juan 6:44.
5.    No importa lo que hace el hombre natural en la búsqueda de Dios, no puede hacer nada que agrade a Dios, Romanos. 8:7,8.
6.    El hombre natural, perdido, no puede elevarse encima de su  propia naturaleza pecaminosa para buscar a Jesucristo, Jeremías 13:23.

IV. El método que Dios usa en la obra de salvar un alma del infierno:
1.     El Espíritu Santo comienza la obra usando la Palabra predicada o explicada aplicándola al corazón del pecador, Juan 16:7,11. Hermanos, ¡no oímos esta verdad predicada hoy en los púlpitos!
2.     Casi todos de los predicadores hoy predican que el arrepentimiento y la fe son las causas del nuevo nacimiento. Esto se llama "creencia fácil" y las salas de reuniones se llenan con gente no convertida. Han hecho una profesión de fe, pero no han experimentado el nuevo nacimiento. Toda persona esta muerta, y sin la ayuda de Dios no puede arrepentirse ni creer porque ambas cosas son un don de Dios.
3.     Las Escrituras son claras que el nuevo nacimiento depende sobre la voluntad de Dios y no en la voluntad del hombre, Juan 1:13; Ro. 9:14-16; Stg. 1:17,18; 1 Pedro 1:23.
4.     El nuevo nacimiento está vista como un "acto creativo" en el corazón, en el alma, y en el espíritu del hombre muerto siendo que la salvación es una obra únicamente de Dios, Ef. 2:8-10.
5.     Los escogidos o elegidos, una vez salvo, son declarados a ser: 
(1) "...aceptos en el Amado...", Efesios 1:6.
(2) "...completos en Él...", Colosenses 2:10.


Conclusión: Por eso, es la obra maravillosa de Jesucristo que salva al pecador, y todas de las obras vanas del hombre no tienen nada que hacer con la salvación de su alma del infierno. 

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