Cual es mi mensaje que voy a compartir hoy.


¿Qué mensaje transmito con mi vestido?

Todos nosotros comunicamos algo con lo que somos. No sólo con lo que decimos, sino con todo lo que somos. Los comunicólogos dicen: "Es imposible no comunicar". Tú comunicas un mensaje con tus gestos, tus actitudes, y, especialmente, con tu vestuario. Y es este un mensaje tan fuerte, que puede acallar lo que tú dices con la boca.

La Escritura dice en Romanos 12:2: "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar" (VP). (Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.) TLA (No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios cambie su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán saber lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él.) PDT

El cristiano tiene una forma de pensar y de vivir diferente de la forma de pensar del mundo. El tiempo presente tiene sus vanidades de turno, pero la sabiduría de Dios es eterna.

Romanos 6:16 dice: "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?" (¿Ustedes no saben que cuando se ponen al servicio de alguien y lo obedecen, son esclavos de él? Pueden ser esclavos del pecado y morir o pueden ser esclavos de Dios y ser aprobados por él.PDT)
(Ustedes saben que quien siempre obedece a una persona, llega a ser su esclavo. Nosotros podemos servir al pecado y morir, o bien obedecer a Dios y recibir su perdón.  TLA)

Hoy día muchas voces llegan a tu corazón exigiendo obediencia. Está la moda, están los parámetros de belleza, están los prototipos de hombre y de mujer en boga. Pero tú tienes un modelo más alto, una meta más elevada.

Si obedeces esas voces que el mundo te hace oír, entonces te transformarás en esclavo de ellas, y procurarás obedecerlas en todo.
¡Recuerda! Tú eres siervo del Señor Jesucristo, Él te compró con su sangre y hoy te debes a Él. No te hagas esclavo de los hombres.

¿Qué mensaje transmites tú con tu vestuario? ¿Muestra tu vestuario que tú perteneces a alguno de los grupos juveniles de moda? ¿Te muestra como una persona sensual? ¿Pretendes que tu vestuario destaque hasta la provocación algún rasgo de tu cuerpo?

¿Sabes? El cuerpo no debe atraer sobre sí la atención. Tú no debes adornarlo de tal manera que atraiga sobre él todas las miradas. El vestuario es una necesidad, no es un lujo para un hijo de Dios. Es un instrumento dado para nuestra comodidad, no para nuestra exhibición. Y tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, no una vitrina de exhibición de ropa a la moda.
¿Es Jesús glorificado a través de él?

Antiguamente, la ropa llevaba sus marcas en la solapa, o muy escondidas en la parte interior. Hoy, en cambio, las marcas van por fuera, en lo más visible. Da la impresión que los usuarios de la ropa "de marca" han sido contratados como "exhibidores de ropa" Hoy en día lo que se vende no es una cosa, sino una marca. La marca vende. La marca otorga "status", y hace que la gente se sienta bien; da seguridad, y alimenta la vanidad.

Si no has de llevar el nombre de Jesús pegado allí (y no estamos diciendo con esto que debas llevarlo) es preferible que no lleves nada. Si no has de predicar a Cristo en tus ropas, mejor que tu ropa no predique nada.

Por otro lado, esas ropas, por estar asociadas con una marca, suelen costar mucho más que otras de calidad similar. A veces hay que pagar el doble o el triple, simplemente, por llevar la marca. ¿Es eso agradable delante de Dios? Muchos llevan en su cuerpo miles de pesos demás. Y hacen así derroche del dinero que el Señor les ha provisto para sus necesidades.

¡Dios nos libre de llevar sobre nuestro cuerpo dinero en exceso, dinero con el cual podríamos perfectamente llenar una angustiosa necesidad de algún hijo de Dios! En esto, como en todas las cosas, no podemos establecer leyes.
Somos libres; tenemos libertad, pero esta es una libertad condicionada al testimonio como hijos de Dios, al amor por los hermanos, y a la conciencia de los demás.

"Todo me es lícito, pero no todo conviene" (1 Cor.10:23). (Se dice: "Todo está permitido", pero no todo es bueno. "Todo está permitido", pero no todo es beneficioso.)
En esto, como en las demás cosas, busquemos agradar a Dios, y no escandalizar a nuestros hermanos. Que el Señor nos ayude para que una cosa y la otra sean verdad en nuestra vida.
Modas:
@  Formas de hablar
@  Peinado
@  Vestuario
@  Pantalón (pitillos)
@  Escotes exagerados
@  Paleras cortas (mostrando el ombligo)

El temor a Dios se ve en la forma en que vestimos. Como hijos de Dios debemos decir no a la sensualidad.

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