La Regla De Oro
Ya el segador recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora tanto el sembrador como el segador se alegran juntos. Juan 4:36
Cuando oímos frases como «La tierra de los mil lagos», «El estado del sol», «Las famosas patatas», «El país del cielo grande», es probable que pensemos en las placas de las licencias que llevan los automóviles. ¿Y qué hay de «El estado de la regla de oro»?
En la primavera del año 2003, se proclamó la Resolución 1006 del Estado Concurrente, que designaba a Arizona como «El estado de la regla de oro». Parte de esta resolución reza: «Vivir y practicar la Regla de Oro tendrá un potente efecto positivo sobre cada persona y en la sociedad en la que vivimos».
Aplicar la regla de oro a la vida cotidiana es algo contagioso, aun para el mundo secular. Como cristianos, sin embargo, hemos de tratar a los demás como queremos ser tratados no porque sea decente hacerlo. Mateo 7:12 nos ordena: «Traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes». ¡Es un mandato muy exigente! Aun así, debemos llevarlo a cabo cada día, minuto a minuto.
Piense en cómo puede afirmar y animar a alguien amado o a un compañero de trabajo ahora mismo. Si le gusta que le animen y le presten atención, asegúrese de hacer lo mismo con los demás.
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