PROBLEMAS EN POSIBILIDADES

CONVIRTIENDO PROBLEMAS EN POSIBILIDADES

¿Tiene usted problemas? ¿Los tiene? Bueno, ¡felicitaciones! Porque, como cristianos, tenemos una relación con Dios que nos da visión, sabiduría y poder para ver una oportunidad en cada dificultad. Al explorar este tópico, quiero que veamos la vida de Nehemías quien, a pesar de los colosales problemas que pudieron haber abrumado a otros, él llegó a ser un impresionante hombre de fe.

La necesidad de visualizar
Nehemías fue un exiliado judío al servicio del rey Artajerjes, y un día Nehemías se encontró con algunos de sus hermanos judíos que recientemente habían regresado de Jerusalén (ver Nehemías 1:1-3). Estaba ansioso de noticias, así que les preguntó: “¿Qué ha sucedido en la ciudad de Dios? Cuéntenme para que pueda visualizarlo.”
Y mientras sus hermanos le describían la desolación de las murallas, él vio ese triste cuadro en su mente, y lloró. ¿Por qué? Porque las murallas no sólo eran literales, eran también simbólicas de la protección de Dios sobre su pueblo.
En respuesta, Nehemías bien pudo haber dicho: “¡Basta! ¡No me digan más! No quiero saber la verdad. Sólo déjenme visualizar a Jerusalén tal y como la recuerdo.” Pero, ¿qué hubiera pasado si él hubiera dicho eso? No lo sabemos con seguridad, pero si él hubiera rechazado ver el problema, creo que Nehemías nunca hubiera sido el gran reconstructor de la muralla.

La necesidad de agonizar
En Nehemías 1:4  se nos dice: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”
¿Qué clase de oración oró Nehemías?
Primero, fue una oración de contrición. Nehemías derramó salobres lágrimas sobre la condición de Jerusalén. ¿Cuándo fue la última vez que usted pasó toda la noche en oración? ¿Cuándo fue la última vez que usted derramó lágrimas por alguien que tiene hipotecada su alma al diablo?
Segundo, la oración de Nehemías no sólo fue de contrición, sino que también fue una oración de confesión (ver Nehemías 1:6-7). Su oración fue por los pecados nacionales y personales. Él dijo: “Israel y yo hemos pecado.” Si no nos arrepentimos, somos parte del problema.
Tercero, la oración de Nehemías fue una oración de confianza (ver Nehemías 1:8-10). Nehemías le recordó a Dios lo que Dios había dicho en su Palabra. La oración verdadera es encontrar una promesa en la Palabra de Dios, y permanecer firme en ella.
Nehemías también imploró la oración de compromiso o entrega (ver Nehemías 1: 11). Y mientras oraba, Nehemías sintió el llamado de Dios para que se involucrara. Pidió a Dios que le bendijera al él comprometerse a hacer lo que fuera necesario para llevar a cabo la tarea.

Muchos de nosotros no queremos dejar nuestras cómodas zonas de seguridad, más bien queremos que Dios cambie nuestros problemas en posibilidades, mientras permanecemos sentados y le miramos trabajar. Mi amigo, nuestros problemas seguirán siendo problemas mientras nos neguemos a entregarnos a lo que sea que Dios nos pida hacer.


La necesidad de organizar
Habían pasado cuatro meses desde que Nehemías había recibido las malas noticias acerca de Jerusalén. Cuando el rey Artajerjes vio el semblante triste de Nehemías y le preguntó qué era lo que quería (ver Nehemías 2:1-4). Nehemías elevó una rápida oración a Dios pidiéndole valentía porque necesitaba pedirle al rey Artajerjes tres cosas.

Primero, Nehemías pidió el permiso del rey (ver Nehemías 2:5). Antes de hacer algo en el nombre de Jesús, debemos tener su permiso. Es muy peligroso el correr delante de Dios, tanto como lo es correr detrás de Él.

Segundo, Nehemías pidió la protección del rey (ver Nehemías 2:7). Él sabía que en su camino hacia Jerusalén, muchas autoridades cuestionarían su viaje. Necesitaba documentos legales para mostrarlos a las autoridades, para que supieran que el rey Artajerjes le había enviado.
Tercero, Nehemías solicitó la provisión del rey (ver Nehemías 2:8). Necesitaba materiales de construcción, y eso es lo que pidió. Y porque el rey Artajerjes era un instrumento en las manos del Rey de reyes, Nehemías obtuvo lo que solicitó.
Su gran posibilidad

¿Qué es lo que el ejemplo de Nehemías significa para usted hoy?
Sin que importe cuál sea su pesar, Dios puede transformarlo en un ¡Aleluya! Él puede cambiar cada una de sus lágrimas en perlas, y cada noche oscura en un amanecer.  El cristianismo no es la substracción de problemas, sino la adición de poder para vencer los problemas. 
¡Que Dios le ayude a ver las posibilidades de cómo sacarle provecho a sus problemas!
Dr. Adrián Rogers


No hay comentarios:

Publicar un comentario