No Hay Fruto Hay Que Cortar

El Fuego Del Refinador

Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Juan 15:2

Como lo evidencia la devastación en California sucedida en el año 2003, los incendios forestales son de naturaleza incontrolable. Cada año hay más de cien mil incendios forestales en los Estados Unidos. ¿Sabía que estos incendios son una forma natural de limpiar lo viejo para que pueda haber espacio para que crezca lo nuevo? En realidad, algunos árboles no pueden sobrevivir sin los incendios periódicos, y la mayoría de los animales escapan y hasta se benefician de estos incendios. Sencillamente encuentran un nuevo lugar donde vivir. Así el ciclo de vida del bosque vuelve a comenzar, durando décadas o siglos, hasta que la vegetación vuelve a ocupar el espacio y los animales regresan.

A veces no hay forma de detener el incendio, sino orar y esperar a que las llamas se apaguen porque no hay más que consumir.

¿Cómo enfrentamos los incendios que arrasan con nuestras vidas: el divorcio, el desempleo, la desilusión? Recuerde que Dios está con usted en medio de estas pruebas. Tiene planes para un nuevo crecimiento en su corazón. Sus razones no siempre nos son conocidas, pero los beneficios de confiar en Dios en los momentos difíciles son eternos.

Medite en la letra de la canción de adoración «El fuego del refinador», que escribiera Brian Doerksen: «El fuego del refinador, el deseo de mi corazón es ser santo, apartado para ti, Señor. Elijo ser santo y apartarme para ti, Maestro mío, dispuesto a hacer tu voluntad».

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