Sadrac, Mesac Y Abednego
El Dios al que servimos puede librarnos del horno... Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua. Daniel 3:17-18
En 1555 en Oxford, Inglaterra, Hugo Latimer y Nicholas Ridley fueron quemados en la hoguera porque su visión de la Biblia no era conforme a la de la iglesia (católica) que gobernaba entonces. Cuando las llamas les estaban consumiendo, Latimer clamó: «Consuélese, Maestro Ridley, y soporte como hombre. ¡Este día encenderemos tal vela por la gracia de Dios en Inglaterra que creo que jamás podrá apagarse!»
Dios no libró a Latimer y Ridley de las llamas en la tierra, pero sí de las llamas del juicio eterno por su fe en Cristo. Estos dos mártires imitaban la fe de los tres que les precedieron en el Antiguo Testamento: Sadrac, Mesac y Abednego. Fueron echados en un horno encendido por negarse a adorar a una estatua de oro, pero Dios les libró aunque ellos no sabían que ese era su plan. Su fe les había preparado para morir o ser liberados. La decisión le pertenecía a Dios, y para ellos eso estaba bien. ¿Le ha preparado su fe para que las decisiones que Dios tome en su vida estén bien para usted?
La fe no ve diferencia alguna entre los tipos de liberación, siempre y cuando la liberación provenga de Dios.
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