Los Puros De Corazón
¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo. Lucas 1:28
Isabel I, reina de Inglaterra entre 1558 y 1603, decidió implementar una reforma protestante en la Inglaterra católica romana. El movimiento se conoció como puritanismo debido a su énfasis en la regeneración y la pureza personal, la oración en el hogar y la estricta moralidad. Y aquellos que se afiliaron a este movimiento fueron llamados puritanos porque querían purificar a la iglesia de toda ceremonia, vestidura y costumbre heredada de la iglesia medieval.
En el mundo de hoy, de teología liberal y moral tan ligera, el término puritano se usa con connotaciones negativas para referirse a alguien que no está a tono con el pensamiento moderno y los métodos progresistas. Por lo general, esta es una descripción acertada, porque los que desean vivir como puros de corazón se hallan entre las minorías.
Una adolescente del pueblo de Nazaret, hace más de dos milenios, podía ser llamada puritana por todas las razones correctas. Porque tenía un corazón que quería conocer y servir a Dios, y porque vivía de una manera que agradaba al Señor. María, la madre de Jesús, no era perfecta ni libre de pecado, pero su deseo era el de servir a Dios, y esto fue lo que atrajo la atención de él.
Lo puritano, a los ojos del mundo, puede ser el equivalente a un corazón puro a los ojos de Dios.
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