¿Es la voluntad de Dios un misterio?

    1. ¿Es la voluntad de Dios un misterio?

El joven estaba enfrentando su último año de la secundaria sin mucha dirección para el futuro. Inseguro de lo que el año siguiente le traería, concluyó que el futuro era un misterio para todos. «Después de todo, nadie en realidad sabe cuál es la voluntad de Dios,» dijo.
¿Acaso tiene razón? El equiparó un futuro incierto con la incapacidad para conocer con anticipación lo que Dios quería exactamente que él hiciera el siguiente año. Todo lo que sabía acerca de la voluntad de Dios era que se trataba de algo místico que Dios quería que alguna persona hiciera en el futuro. Y ya que este joven no estaba seguro si al año siguiente sería un estudiante universitario o se dedicaría a freír hamburguesas dándoles vuelta en el aire, no había razón para conocer la voluntad de Dios.
Pero, ¿es verdad que esta indecisión se traduce en una incapacidad para conocer la voluntad de Dios? No lo creo. A menudo, traducimos el concepto de Su voluntad en la capacidad para discernir en qué clase de trabajo o educación o estado civil nos encontraremos en algún momento en el futuro. Sin embargo, cuando limitamos la idea de la voluntad de Dios a este tipo de pensamiento, ignoramos una realidad importante acerca de vivir en el centro de Su voluntad: Dios nos ha dicho exactamente cuál es Su voluntad para cada uno de nosotros, y esa voluntad no es diferente de un creyente en Jesús al otro.
Dios nos ha dicho que Su voluntad para nosotros es que hagamos el bien para detener a los insensatos de hablar ignorantemente (1 Pedro 2:15). La mejor manera de callar las habladurías tontas es por medio del comportamiento bueno y honorable.
Otro elemento de la voluntad de Dios es elegir darle las gracias, sin importar cuál sea la circunstancia. Eso no es fácil de hacer cuando suceden cosas malas — pero eso es lo que Dios quiere que hagamos.
Una cosa más. Dios quiere que seamos puros en relación a la sexualidad y a evitar la inmoralidad (1 Tesalonicenses 4:3). Al seguir la voluntad de Dios, somos más capaces de encontrar lo que Romanos 12:2 llama «la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.» Vivir a la luz de la aprobación de Dios nos permite saber cómo quiere que le sirvamos.

¿Conocemos la voluntad de Dios? Cuando la cumplimos, confiamos en Él, y esperamos Su dirección, Él nos revela cómo debemos pasar nuestras vidas para Su gloria. —JDB

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