Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Salmo 37: 4
Salmo 37: 1-8 |
Qué maravilloso sería si nuestras Biblias se convertirían automáticamente en el Salmo 37. Este pasaje nos dice que no se preocupe ni envidia. Más bien confiar en el Señor y se alimentan de su fidelidad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.
¿Es esto cierto? Absolutamente. Pero recuerde, deleitándose en el Señor cambia nuestros deseos. Cuando nos deleitamos en Él, comenzamos desear lo que Él desea para nosotros. Y después de haber plantado esos deseos en nuestros corazones, el Señor es entonces más que dispuestos a cumplirlas.
Solamente nos deleitamos verdaderamente en Dios es lo seguro que nos dan nuestros deseos, porque entonces no son propensos a convertirse en ídolos.
John Eldredge, en El viaje del deseo
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