Una
tentación es la oportunidad de hacer algo bueno de una manera mala. Aprobar un
examen escolar es una buena cosa, pero es malo hacerlo con trampa. Es bueno
pagar nuestras cuentas, pero es malo robar el dinero para hacer los pagos. En
esencia, Satanás le dijo a Eva: «Yo puedo darte algo que quieres y necesitas.
Lo puedes tener y disfrutar ahora mismo; y lo mejor de todo,
no habrá consecuencias dolorosas. ¡Qué oportunidad!. Nótense las etapas que
sigue Satanás al tentar a Eva:
Satanás
se disfrazó (vs. 1a). Satanás no es un innovador original, es un astuto
imitador que esconde su verdadero carácter tras una máscara. Si es necesario,
puede incluso disfrazarse como un ángel de luz (2 Co. 11:14). Cuando entró al
huerto, Satanás empleó el cuerpo de una serpiente, una de las criaturas de Dios
que Él había declarado como algo «bueno» (Gn. 1:31). Eva no pareció inquietarse
por la presencia de la serpiente o por el hecho que hablara, de modo que
asumimos que ella no vio nada amenazador en el encuentro. Quizás a Eva no le
había sido presentada esta especie y dedujo que tenía la capacidad de hablar.
Satanás todavía trabaja hoy en día como un gran impostor. Ha sido capaz de
producir una rectitud fingida y falsa por completo, aparte de la justicia que
viene sólo por fe en el Salvador (Ro. 9:30-10:13). Satanás tiene ministros
falsos (2 Co. 11:13-16) que predican un falso evangelio (Gá. 1:6-10), y tiene
falsos hermanos (y hermanas) que se oponen al verdadero Evangelio (2 Co.
11:26). El diablo ha reunido sus cristianos falsos en iglesias falsas que Dios
llama «sinagogas de Satanás» (Ap. 2:9); y en estas asambleas se enseñan «las
profundidades de Satanás» (v. 24).
Satanás
puso en duda la Palabra de Dios (v. 1b) . Segunda Corintios 11:3 deja muy
claro que el blanco de Satanás era la mente de Eva y que su arma fue el engaño.
Al cuestionar lo que Dios había dicho, Satanás generó dudas en la mente de Eva
con respecto a la veracidad de la Palabra de Dios y la bondad del corazón de
Dios. « ¿De verdad quieres decir que no se puede comer de ningún árbol?» era lo
que se pretendía implicar con la sutil pregunta. «Si Dios te amara de verdad,
sería mucho más generoso. El no te está soltando todo lo que tiene para ti».
Satanás quería que Eva olvidara lo que Dios le había dicho a Adán (quien le
había dicho a ella), que ellos sí podían comer libremente de los árboles del
huerto. Había una sola prohibición para su propio bien: no debían atreverse a
comer del árbol prohibido que estaba en medio del huerto (Gn. 2:15-17).
La
respuesta de Eva demuestra que ella estaba siguiendo el ejemplo de Satanás,
alterando la misma Palabra de Dios. Compare 3:2-3 con 2:16-17 y notará que ella
omitió la palabra « libremente», 8 añadió la frase « ni le tocaréis», y no dijo
que Jehová les « mandó» obedecer. Note también que Eva siguió copiando al
diablo al hablar de «Dios» (Elohim) y no de «Jehová Dios», el Señor, el Dios
del pacto. Finalmente, ella dijo « para que no muráis »-una simple
posibilidad-en lugar de « ciertamente morirás »-un hecho real. De esa manera,
ella sacó de la Palabra de Dios, añadió a la Palabra de Dios, y alteró la
Palabra de Dios, todas las cuales son sin duda ofensas graves (Dt. 4:2; 12:32;
Pro 30:6; Ap. 22:19). Ella estaba empezando a dudar de la bondad y la veracidad
de Dios.
Satanás
negó la Palabra de Dios (v. 4). «No moriréis» es una contradicción directa
de lo que Dios dijo, « ciertamente morirás» (2:17). Pero Satanás es un
mentiroso (Jn. 8:44), y Dios es un Dios de verdad (Dt. 32:4), así que nuestra
respuesta a lo que Dios dice debería ser, « Por eso estimé rectos todos tus
mandamientos sobre todas las cosas» (Sal. 119:127). En este punto, Eva debió
haberse acordado de la Palabra de Dios, creerla, dejar a la serpiente y
encontrar a su esposo. Es cuando nos quedamos pasivamente en el lugar de
tentación que nos metemos en problemas especialmente cuando sabemos que aquello
que estamos pensando es contrario a la verdad de Dios. La verdad de Dios es
nuestro escudo y adarga (Sal. 91:4, Ef. 6:16), pero únicamente nos protege si
lo tomamos y utilizamos por fe.
Satanás
substituyó su propia mentira (v. 5). « Seréis como Dios» es una promesa
que llamaría la atención de cualquiera. « ¡Gloria al hombre en las alturas!» ha
sido siempre el clamor de campaña de los que rechazan la revelación bíblica,
bien sea que se alíen al humanismo o el materialismo sin Dios, o que acojan la
así llamada religión de la Nueva Era. En realidad, la filosofía de la Nueva Era
no es nueva en absoluto, ¡Es tan antigua como Génesis 3!. Romanos 1:18-32
describe cómo la civilización de los gentiles desde el tiempo de Caín rechazó
la verdad de Dios y se volvió a necedades y mentiras. Ellos «cambiaron la
verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que
al Creador» (v. 25). Hablando de Satanás, Jesús dijo: « porque es mentiroso, y
padre de mentira » (Jn. 8:44). En un claro desafío a Dios, los humanos
cambiaron la verdad de Dios por «la mentira» (nótese el artículo singular), y
siguieron a Satanás quien es el padre de la misma (nótese de nuevo el
singular). ¿Cuál es «la mentira» que ha regido sobre la civilización desde la
caída del hombre? Es la creencia que hombres y mujeres pueden ser su propio
dios y vivir para la creación y no para el Creador sin sufrir ninguna
consecuencia en absoluto. Al creer esto, se niegan a someterse a la verdad de
Dios pero prefieren creer las mentiras de Satanás y seguir su plan diabólico
para su destrucción final. No se dan cuenta de que Satanás es su amo (Ef.2:1-3)
y que el lago de fuego es su destino fatal (Mt. 7:13-23; Ap. 20:10-15).
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