Imite A Los Ángeles

Sea Un Ángel 

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad. 
Lucas 2:14 

En el siglo cuarto, en las iglesias cristianas era de uso común un salmo que todavía usamos hoy. Este es el salmo llamado Gloria in Excelsis Deo. Su título proviene de la traducción de la Biblia al latín, justo de las palabras que proclaman los ángeles al anunciar a los pastores el nacimiento de Jesús: "Gloria a Dios en las alturas... te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias por tu excelsa gloria".

Si los ángeles hacen algo es adorar a Dios. En las Escrituras les encontramos haciendo muchas cosas en la tierra, dando mensajes, guardando y ayudando a los santos, peleando en las batallas. Pero en el cielo, las huestes celestiales parecen tener una prioridad: proclamar la gloria de Dios por los siglos de los siglos. 

No ha de sorprendernos que ante el nacimiento de Jesús, la gloria de Dios fuera lo primero que aflorara de los labios de los ángeles. Ellos no eran ajenos, después de todo, a la guerra cósmica entre Satanás y el hombre. Cuando el Hijo del Padre fue enviado a la tierra para derrotar al enemigo, los ángeles acompañaron el anuncio cantando la gloria de Dios. ¿Es su gloria y alabanza lo primero que surge de nuestros labios en esta Navidad? 

Imite a los ángeles en esta época navideña declarando la gloria de Dios a alguien que todavía no la ha visto.

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