Lo que puede detener a un hombre

Lo que puede detener a un hombre



Siempre me he preguntado, ¿cuáles son las cosas que pueden detener a un hombre?
Esta es una pregunta que además de ser respondida por el género masculino, tiene que serlo de manera intensamente personal. Las cosas que pueden detener a un hombre, incluso a un grupo de hombres, varían de acuerdo a los momentos de crisis que están pasando.

Es muy común ver construcciones “a medias”, es decir, edificios, casas, centros de escombros, fierros viejos, oxidados, y cemento que se echó a perder por falta de uso. Cada vez que paso por una de esas edificaciones a medias me pregunto: ¿por qué se detuvieron? Creo que las razones van desde la falta de permisos y escasez de efectivo, hasta un problema entre socios que produjo tal desacuerdo que hizo que el proyecto se abandonara. Pero insisto, ¿qué puede detener a un hombre?

Pensemos no solo en edificios a medio construir, sino en familias a medio edificar, amistades que se truncaron para siempre, proyectos de vida que jamás se realizaron, hijos que nunca llegaron a ser lo que los padres soñaban, carreras profesionales que se dejaron a la mitad. ¿Qué pasó? ¿Qué los detuvo? O ¿quién los detuvo?


Algo que he visto en estos laberintos truncados es sin lugar a dudas que la verdadera grandeza de un hombre está determinada por lo que tendría que suceder para detenerlo; en pocas palabras, que el tamaño del problema determina la medida de la tenacidad y grandeza de un ser humano.

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