Amar Es Un Verbo
Maridos, amad a vuestras mujeres . . .
Efesios 5:25
Toda mujer anhela que su esposo la quiera en serio. El hecho de saber que es amada incondicionalmente le da a la esposa el mayor sentido de seguridad que puede conocer. Un esposo que sale a reuniones todas las noches, por dignas que sean, o que pasa sus fines de semana con otras personas y no con su esposa, está privándole a su esposa de una fuente importante de seguridad.
La seguridad en el matrimonio produce compañerismo de la clase de cercanía que se conoce como intimidad. La intimidad resulta cuando dos cónyuges comparten sus pensamientos y sentimientos; siendo vulnerables en una relación de confianza completa. La intimidad es más que proximidad sexual. Es poner en práctica el amor genuino.
Cuando pensamos del amor como un sustantivo, debemos recordar que amar también es un verbo; una palabra de acción. Significa que el amor no se basa en el sentimiento sino en la acción. Por sus acciones un esposo puede producir la intimidad que su esposa anhela. El imperativo bíblico: “Maridos, amen a sus mujeres,” no es una sugerencia; es un mandamiento. Cuando la esposa sabe que su esposo está dedicado a ella, su hogar se convierte en un lugar en donde ambos disfrutan de la intimidad basada en la seguridad y el amor.
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