Haga del aislamiento un hábito
1.
Permítase tener un
tiempo de aislamiento, un retiro espiritual cada día con Dios.
Acepte
que no tomar tiempo para aislarse puede producir agotamiento espiritual y
emocional. Algunos se sienten culpables por tomarse un tiempo aparte, aunque
sea por algunos minutos. Sin embargo, siga practicando el aislamiento y vera
que la culpabilidad será reemplazada por un mayor deseo de tomar ese tiempo.
2.
Escoja un momento y
un lugar específico.
Anótelo
en su agenda. Usted debe recordar que tendrá un tiempo y un lugar apartado para
utilizar de modo planificado. Si no lo planifica, lo urgente tomara el lugar de
lo necesario.
3.
Cuando surja la
necesidad, no espere, hágalo inmediatamente.
A
veces no podemos esperar en tiempo planificado. Algo pasa, alguien dice algo,
usted se siente atrapado y la presión aumenta. Es tiempo de decir. “discúlpeme
un momento”. Tómese unos minutos para recobrar su compostura.
4.
Sea honesto con lo
que está haciendo.
Permita
que las personas conozcan de antemano que usted necesita algún tiempo para
pensar y orar. Hay poder en la honestidad, la gente tal vez no lo entienda,
pero cuando usted diga “Necesito orar sobre esto” o Necesito un poco de tiempo
para pensarlo”, merecerá el respeto de los demás. Asegurase que no sea una
excusa o una técnica para posponer una decisión.
5.
Experimente
diferentes lugares.
Pruebe
diferentes cuartos, vaya afuera, maneje hacia algún lugar tranquilo, camine.
Descubrirá que diferentes lugares cubren diferentes necesidades.
6. No se exponga a interrupciones teniendo a mano un teléfono
celular, una computadora o una radio.
El
aislamiento no es posible si usted está preocupado por revisar su correo
electrónico o pendiente de su teléfono celular. La vida continuará sin usted
por algunos minutos. Será difícil al principio, pero llegara a amar estos
momentos de quietud.
7.
Tenga un pasaje
específico de las escrituras en el cual pensar o meditar.
Tenga
un plan para saber qué pasaje de las Escrituras usará para permitir que Dios le
hable. El método de abrir la Biblia al azar no es un buen plan. Un buen plan es
el que facilita la lectura de toda la Biblia en un año.
8.
Lleve su Biblia, un
cuaderno de apuntes y un lápiz.
Escriba
las percepciones, los pensamientos y las ideas que Dios le da. Tenga siempre
una copia de la Biblia a mano y tome notas. Lleve un diario de las percepciones
que Dios le da, si no lo hace, probablemente las olvidara. Recibirá mucho ánimo
cuando vuelva a revisar como Dios como habló con usted. Además, escribir sus
pensamientos tiene un efecto terapéutico.
9.
Guarda silencio,
quédese quieto, escuche.
Aprenda
a quedarse quieto. Quizá puede designar esta actitud como un “santo llamado a cerrar la boca”.
Encontrarse con Dios gira en torno de escucharlo a él. Un mundo lleno de apuros
y urgencias requiere disciplina para aprender a estar quieto.
10. Dígale a Dios que volverá a estar con el mañana a la misma
hora.
Hágale una promesa.
Anticipe su tiempo con Dios. Si esta preocupado, inquieto, frustrado o
perturbado, ponga todo esto en el archivo “tiempo de aislamiento” y
confróntelo.
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