Nueva vida 2 SALVACIÓN

SALVACIÓN

"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres."         Tito 2:11

El Camino de Romanos

·        ¡Dios le ama!'(Juan 3:16)

·        ¡Dios tiene un plan maravilloso para Su vida! (Juan 10:10)

·        Debido a su pecado, usted está separado de Dios.

"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).

·        La pena del pecado es muerte.

"Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).

·        ¡Jesucristo pagó la pena de su pecado!

"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).

·        Si usted se arrepiente, confiesa y confía en Jesucristo como su Señor y Salvador, ¡será salvo de sus pecados!

"Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Romanos 10:13)

"Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:9, 10).

·        Usted puede estar seguro que si le pide a  Cristo que lo salve, él lo salvará.

"Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. . . Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:1, 13).

La salvación es gratuita. Es sólo por gracia, y por Jesucristo. No hay nada que podamos hacer para ganár­nosla, y una vez que la tenemos nunca podemos perderla.

La salvación está disponible. Siempre hay esperanza, y siempre hay la oportunidad de recibir a Cristo, mientras hay vida.

Tenemos seguridad de nuestra salvación porque...

¡Jesús la protege! Hebreos 7:25 dice:  "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." Él es nuestro Mediador. Jesucristo garantiza y asegura nuestra salvación. No tenemos seguridad debido a algo que haya en nosotros. Estamos seguros debido a Jesucristo.

¡El Espíritu Santo la confirma! Romanos 8:16 dice:

"El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." Cuando somos salvados, Dios envía a su Espíritu Santo a que viva en nosotros.

Tenemos a Dios en nuestros corazones, recordándonos constantemente que somos sus hijos.

¡Otros la ven! Jesús dijo: "En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos" (Juan 15:8). Cuando el Espíritu Santo viene a vivir en nosotros, lo sabremos por el "fruto" que produce en nuestras vidas. Gálatas 5:22 nos da una lista del fruto del Espíritu.

¡La proclamamos! Sabemos que nuestras vidas han sido verdaderamente transformadas porque sentimos urgencia para contarles a otros lo que Dios hizo por nosotros.