Incluso De Noche

Incluso De Noche

Aun así, yo me regocijaré. Habacuc 3:18

John Newton, que escribiera el himno «Sublime gracia», era un pastor londinense en el siglo dieciocho, devoto a su esposa Mary. Su relación fue una de las más tiernas en la historia cristiana, y a veces les preocupaba que su amor mutuo fuera casi idolatría. Un día ella le anunció a Newton que un famoso médico le había diagnosticado cáncer. La angustia de Newton fue terrible. Dijo que se sentía como un toro atrapado en una red. Cuando su esposa murió quince meses después, sus amigos se preocuparon porque el hombre parecía no hallar consuelo.

Pero luego, fortalecido por la fe, John predicó en su funeral, escogiendo como texto Habacuc 3:17-18: «Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos... aun así, yo me regocijaré en el SEÑOR, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!»

Podemos concentrarnos en Dios en adoración aun cuando no entendamos sus decisiones en nuestras vidas. Estamos atrapados en el tiempo y lo transitorio. Dios, que todo lo trasciende, es eterno e infinito. No siempre podremos entender, pero él sí sabe y nos ama.

Dios obra todo para bien. Es digno de alabanza, incluso en la noche. Aun así, podemos regocijarnos en él.

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