EL JUSTO
PROFECÍA PROCLAMADA:
Jeremías 23:5-6
Durante
la semana de la Pascua
cuando Jesús murió, Él ingresó en la ciudad de Jerusalén. Evento llamado “La
entrada triunfal”.
Al
mismo tiempo que el Señor Jesús descendía del monte de los Olivos, los corderos
de la Pascua
salían de los campos de Belén. Al mismo tiempo que el Señor Jesús entraba por la Puerta Oriental , los corderos
entraban por la Puerta
de los corderos.
En
el monte del templo examinaban l Señor Jesús. Trataban de encontrar alguna
falta en Él, pero Pilato tuvo que confesar: “Ningún delito hallo en este
hombre” (Lucas 23:4). Al mismo tiempo, esos corderitos pasaban inspección
porque el cordero de la Pascua
debía ser sin defecto, ni mancha. Hasta les examinaban sus párpados para
cerciorarse que esos corderos eran el sacrificio perfecto.
Jesús
después de celebrar la cena de la
Pascua , la última cena con sus discípulos, se encamino al
huerto de Getsemaní, y a las nueve de la mañana siguiente, cuando se dirigía al
Calvario, los sacerdotes afilaban sus cuchillos letales para sacrificar a esos
corderitos de la Pascua.
Cuando
Jesucristo, colgaba sobre la cruz a las tres de la tarde e inclinó su cabeza y
clamó: “Consumado es” (Juan 19:30), los sacerdotes levantaban la barbilla de
esos corderitos perfectos y cortaban sus gargantas.
Amigo,
cuando Jesús murió, los sacerdotes dejaron de ser necesarios. Esos pastores ya
no necesitaban criar más corderos en los campos de Belén porque el Cordero
Perfecto de Dios murió por nuestros pecados. Él es el Santo, el Justo y el
Sacrificio Perfecto.
PROFECÍA CUMPLIDA: 2 Corintios 5:21
Al leer el pensamiento de
hoy: Agradézcale a Dios que aún bajo minucioso escrutinio, Jesús fue hallado
Justo. Ore que la justicia de Cristo sea manifestado en su vida.
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