Lección 4:
Como testificar de Cristo
Al comienzo de su
ministerio, Jesús llamó a dos pescadores, Simón Pedro y su hermano Andrés, y le
dijo: “Venida en pos de mí, y os hare pescadores de hombres” (Mateo 4:19). A
través de los siglos, el mismo llamado se repite a todos los que ponen su fe en
Jesucristo. En estos días, él alcanza su salvación a los perdidos a través de
testigos fieles como usted. El apóstol Pablo dijo que Dios “Nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación,” y que, en consecuencia, “somos
embajadores en nombre de Cristo” (2Cor. 5:19-20).
Para ser testigo
de Cristo, su propia vida es un factor clave en su testimonio. Porque usted es
una nueva creación, necesita dar evidencias de su nueva fe a través de su
conducta. Jesús dijo: “así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos” (Mateo 5:16) quiere decir que sus hábitos y su estilo de vida deben
exaltar a Jesús y ser una inspiración a otros para buscarlo a él. Esto no
significa que usted deba ser perfecto antes que pueda testificar. Con toda
seguridad usted tropezará repetidamente mientras aprenda a caminar. Pero como
aprendió en la lección anterior, Dios está dispuesto a perdonar sus pecados y a
encaminarle nuevamente.
Pero el vivir
siendo un buen ejemplo no le hará de por sí, un testigo eficaz. Usted necesita
también un poder que está más allá de su alcance. Esa es la obra del Espíritu
Santo que vive dentro de todos los que creen en Cristo, los que lo han recibido
en su corazón. La Biblia dice:
“Pero quiero que sepan
que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar
de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en
los lugares más lejanos del mundo”. Hechos 1:8
Cuando su vida está
limpia y usted camina bajo el control del Espíritu Santo. Él puede testificar a
través de usted. Por ejemplo, leemos en el Libro de los Hechos de los Apóstelos
acerca de un hombre llamado Felipe y otros que fueron elegidos para desempeñar
un servicio en la iglesia, por los vieron “llenos
del Espíritu Santo y de sabiduría” (Hechos 6:3). Felipe estaba desarrollando un
ministerio muy importante en Samaria (Hechos 8:4-13), cuando un ángel lo llamo
para ir a Gaza (Hechos 8:26), donde un oficial etíope que volvía de Jerusalén
iba leyendo el capítulo 53 de Isaías. Aplicando la sabiduría que Dios le dios y
con el poder del Espíritu Santo, Felipe, “comenzando desde esta escritura, le
anuncio el evangelio de Jesús” (Hechos 8:35).
Su vida es una parte fundamental
de su testimonio, y el Espíritu Santo es indispensable para testificar. Pero hay
un tercer ingrediente sin el cual no puede haber un testimonio eficaz. La
Palabra de Dios. En el testimonio de Felipe, Dios en su soberanía coloco las
Escrituras apropiadas en las manos del etíope. La Biblia dice que somos
“renacidos... por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1Pedro
1:23). Cuando la semilla, que es la Palabra de Dios, es sembrada en el corazón
preparado, el fruto es un nuevo creyente en Cristo.
Ahora, la pregunta es, “¿Cómo
comenzó a testificar de Cristo? ¿Qué digo?” En principio, siempre puede hablar
del camino en su propia vida. Hay un poder inmenso en un testimonio personal
sencillo y honesto. También es útil tener una guía práctica para presentar las
verdades del evangelio. Las siguientes ilustraciones del “puente a la Vida” son
una ayuda grafica para presentar la brecha que produce el pecado y que separa a
la humanidad pecadora de un Dios Santo y sin pecado. En la segunda ilustración
la cruz de Cristo es el puente que
debemos pasar para cruzar este abismo y poder volver a Dios.
Delinearemos cuatro pasos “pasos”
en el ejemplo de estas ilustraciones para testificar de Cristo. Pero antes,
revisaremos las cuatro “verdades fundamentales” del trato de Dios con nosotros
los seres humanos.
Verdad fundamental Nº 1
El plan de Dios: Paz y Vida
Dios nos creó, no como robots
sino como seres vivientes hechos a su propia imagen (Génesis 1:27). Nos creó
con la capacidad de relacionarnos con él a nivel inteligente. Nos dio libre
albedrió (posibilidad de elección), para que pudiésemos elegir el amarlo y
obedecerlo o no. Así como los humanos podemos experimentar un amor profundo por
otros seres humanos, los cuales tienen la libertad de aceptarnos o rechazarnos,
nuestro Creador quería un ser que pudiera amarle a él por sobre todo el resto
de su creación.
Cuando Dios termino de crear el
mundo, declaro que todo lo que había en él (incluyendo a los seres humanos)
“era bueno en gran manera” (Génesis 1:31)
Verdad fundamental Nº 2
Nuestro Problema: LA Separación de Dios.
Inmediatamente, Dios ofreció a
los seres humanos que él había creado la oportunidad de elegir obedecerlo o no.
Coloco a Adán y Eva en un hermoso jardín, con solamente una limitación; podían
comer del fruto de todos los arboles excepto uno; el comer de ese árbol
significaría la muerte espiritual y la separación de Dios ¡Génesis 2:16-17).
Lamentablemente, Adán y Eva eligieron desobedecer a Dios (Génesis 3:6), y en consecuencia quedaron separados de él
(Génesis 3:22-24). Esta separación existe aún hoy para todos aquellos que no
tienen a Cristo como Señor y Salvador:
“Por tanto, como el
pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. Ro. 5:12
Aunque
Adán y Eva cometieron el pecado “original” (el primero), la simple observación
nos muestra que cada uno de los seres humanos que vivió después de ellos fue un
pecador, como señala el versículo anterior.
Como
resultado de este pecado universal quedó establecido un abismo, una separación,
entre Dios y los seres humanos, tal como vemos en la ilustración que sigue. (El
relato bíblico del rico y Lázaro menciona este “gran sima.” Ver Lucas
16:19-26). A través de los siglos, los hombres han tratado de superar
infructuosamente este abismo de diferentes maneras. Como se ve en la
ilustración, han intentado superara la brecha a través de diferentes
religiones, buenas obras, moralidad, y aun a través de diferentes filosofías de
vida:
Como
veremos en el paso 3, existe un solo remedio para este problema de la
separación:
Verdad fundamental Nº 3
El
Remedio de Dios: La Cruz
Jesucristo es la única respuesta
a este problema de la separación entre los seres humanos y Dios. Cuando Jesús
murió en la cruz y salió de la tumba resucitado, pagó la culpa de nuestro pecado
y tendió un puente sobre el abismo entre nosotros y Dios. Su muerte y
resurrección hacen posible una nueva vida para todos aquellos que creen en él.
La Biblia dice:
“Porque hay un solo Dios,
y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio
a sí mismo en rescate por todos”. 1Ti 2:5- 6
Cuando
Jesús murió en la cruz, permitió que el ser humano pecador pudiera
reconciliarse con Dios. El apóstol Pedro dijo: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo
por los injustos, para llevarnos a Dios”. (1Pe 3:18).Mas allá de lo que
pueda ser la opinión de algunos en cuanto a que hay muchas maneras de llegar a
Dios, Jesús dijo:
“Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14:6
Es
la fe en Jesucristo, y no el esfuerzo humano, lo que nos lleva a Dios. No hay
nada que podamos hacer para ganarnos la salvación. Es por pura gracia, del
principio al fin:
“Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios
2:8- 9)
Si,
Dios ha provisto el único camino, pero nosotros debemos elegir. Esto nos lleva
al paso 4. El paso vital de la fe:
Verdad fundamental Nº 4
Nuestra
Respuesta: Recibir a Cristo.
Debemos llegar al
punto en que estemos dispuestos a reconocerlo: “Soy un pecador”. Luego debemos
estar dispuestos a arrepentirnos, o sea apartarnos de nuestros pecados. La
Biblia dice: “Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados”. (Hechos 3:19) arrepentíos significa
cambiar su manera de pensar y cambiar de dirección de su vida. Significa
volverse a Jesucristo, quien es la puerta a la vida eterna, la puerta a Dios y
al cielo. Jesús dijo:
“Yo
soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo”. Juan 10:9
La puerta al perdón y la
salvación es a través de la cruz de Cristo. Por fe, debemos confiar en él y
recibirlo como nuestro Señor y Salvador. Cuando lo hacemos, pasamos a ser hijos
de Dios:
“Más a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios”. Juan 1:12
Entonces, la vida eterna es una
posesión inmediata:
“Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
Por: fe cruzamos el puente y
pasamos de la muerte a la vida eterna, a través de la cruz.
Repasamos ahora los cuatro pasos
en conjunto:
El
plan de Dios…………………...…………………. Paz y Vida
Nuestro
Problema………………….. La Separación de Dios.
El Remedio de
Dios………………..………………….. La Cruz
Nuestra Respuesta…………………..……….
Recibir a Cristo.
¿De qué lado está usted?
Todo lo que usted necesita para presentar el evangelio
utilizando esta ilustración es lápiz y papel. Al dibujar la ilustración y
explicar el evangelio, ponga en práctica este método de presentación en cuatro
pasos.
Paso 1: Explicar los fundamentos.
Comience
escribiendo en su papel los cuatro “Verdad fundamental” que
vimos anteriormente: El plan de Dios, Nuestro problema, El remedio de Dios y
Nuestra respuesta. Escríbalas una por una, utilizando un versículo o dos con
cada uno.
Después de presentar la primera
verdad fundamental, “El plan de Dios: Paz y Vida,” lea uno o dos versículos de
la Biblia y diga: “La vida eterna no es automática, porque tenemos un problema.
Déjeme explicar”. Entonces dibuje la ilustración de Dios a un lado del abismo y
nosotros del otro. Mientras dibuja, comparta los versículos bíblicos que
explican cómo se produjo la separación. Avance al segundo gráfico, señalando la
manera en que la cruz ofrece un puente que une el abismo que hay entre Dios y
el nosotros, y muestre cómo podemos cruzar el puente a través de la fe en
Cristo.
Paso
2: Invitar a la persona a dar una respuesta.
Si usted se siente guiado por el
Espíritu Santo, y si la persona está respondiendo positivamente, continúe con
el segundo paso y extienda una invitación diciendo: “Si esta ilustración es
verdad, y por mi parte yo creo de todo corazón que lo es, entones toda la
humanidad se encuentra o bien de un lado del abismo o del otro:
Ø
“Están aquellos que por
fe personal en Jesucristo ya cruzaron en puente y están en la familia de Dios”.
Ø
“Y están las multitudes
que podrán ser muy religiosas, estar esforzándose grandemente por hacer buenas
obras y justificarse a sí mismos, pero que nunca entregaron sus vidas a
Jesucristo como Señor y salvador. Todavía están viviendo en pecado, separados
de Dios”.
Pregunte entonces: “¿De qué lado está
usted? ¿Aquí…o aquí?” i la persona esta insegura, o si se da cuenta claramente
que está del lado equivocado, hágale saber que ella puede estar segura de
condición si:
1.
Reconoce su necesidad
(“Yo soy un/o pecador/a”)
2.
Está dispuesto a
apartarse del pecado (Arrepentirse).
3.
Cree que Jesucristo murió
en la cruz y resucito.
4.
Ora, invitando a
Jesucristo a entrar en su vida y asumir el control de ella (recibiendo como
Señor y Salvador).
Paso
3: Orar con la persona que respondió.
El tercer paso es la oración de
consagración. Las Escrituras dicen que “todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo” (Ro. 10:13). Recuerde que Jesús es la puerta a la vida
eterna. A través de la oración, podemos atravesar esa puerta y recibir a él
como Señor y Salvador. Guie a la persona en una oración sencilla, como esta:
“Querido Señor Jesús;
Yo sé que soy pecador (una
pecadora) y necesito tu perdón. Yo creo de todo corazón que moriste por mis
pecados. Ahora me aparto de mis pecados y te recibo como mi Señor y Salvador.
Quiero que seas el Señor de mi vida; quiero seguirte y confiar en ti”.
Paso
4: Confirmar el nuevo creyente en su decisión.
Si la persona repite sinceramente
esa oración, ella o él es ahora un creyente en Cristo, ¡y ha sido salvada de la
muerte eterna! Sera necesario que comparta aun algunos otros versículos de la
Biblia, para confirmar en esta persona su nueva condición delante de Dios:
¿Qué sucede cuando creemos en
Jesucristo¿ La Biblia dice:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
Y,
El que tiene al Hijo,
tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os
he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis
que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 1Juan 5:12
13
Asegúrese de que la persona
entienda que la vida eterna es un regalo de nuestro Padre celestial, y que es
algo que posee desde ese momento.
Seguimiento.
Cuando usted guía a una persona a
experimentar la fe salvadora en Cristo, recuerde que el nuevo creyente es un
bebé espiritual (1 Pedro 2:2) a fin de crecer, un bebe necesita ser cuidado y
alimentado. Esto significa animar a la persona a comenzar inmediatamente
momentos regulares de estudio bíblico y oración. Usted puede hacer esto,
utilizando el presente libro.
Ø
Comparta con la persona
las cosas que usted aprendió del presente libro Vivir con Cristo.
Ø
Para solicitar otros
ejemplares de Vivir en Cristo para que un nuevo amigo cristiano pueda tener el
suyo y que ambos pueden compartirlo a su vez con otros amigos.
Ø
El nuevo creyente
necesita también el compañerismo de otros cristianos que piensa como él o ella.
Ayúdele a relacionarse en forma estable con una iglesia que enseña todo lo que está
en la Biblia.
Una
palabra dirigida a los que han decidido ser ganadores de almas:
El método de evangelización
personal presentado podrá parecer muy mecánico, y bien podrá serlo si el
Espíritu Santo no es el que guie. Pero con la guía del Espíritu de Dios, muchos
testigos cristianos honestos en todo el mundo han utilizado eficazmente esta
ilustración del puente a la vida,” para llevar a muchos a conocer a Jesucristo.
Su respuesta.
El testigo en un tribunal dice lo
que sabe acerca de una situación dada. El testigo cristiano ha de decir a otros
lo que sabe acerca de Jesucristo y lo que significa confiar personalmente en
él.
- ¿Cuál es la buena nueva (evangelio) que debemos compartir? 1 Cor.
15:1-4. _____________________
__________________________________________
- ¿Qué poder especial tiene el evangelio? Ro. 1:16.
__________________________________________
- ¿Cuáles tres cosas debe tener un testigo eficaz de Cristo? _________________________________
- Repase el mensaje anterior sobre testificar y describa brevemente la
ilustración del “Puente a la Vida” ___________________________________
- ¿Qué debe hacer uno cuando admite que es un pecador y que necesita un
Salvador?
a.
Hechos 3:19____________________________
b.
Juan 10:9______________________________
c.
Juan 1:12______________________________
- Cuando una persona confía en Jesucristo, ¿Qué puede decir con
seguridad? Juan 3:16___________
__________________________________________
Al
final del libro, encontrara las respuestas sugeridas.
Memorice los dos versículos correspondientes
a la lección 4.
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