Refrescar corazones

 El Gozo De Adorar

Siéntanse orgullosos de su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR. Salmo 105:3


Charles Spurgeon dijo una vez: «Mis momentos más felices son cuando estoy alabando a Dios, adorando realmente al Señor Jesucristo, y teniendo compañerismo con el Espíritu. En ese momento de adoración me olvido de las preocupaciones de la iglesia y de todo lo demás. Para mí esto es el enfoque más cercano de lo que será en el cielo».

El adorar es una forma de refrescar a nuestros corazones y rejuvenecer nuestros espíritus. Al reflejarnos en los atributos de Dios —su poder y sobriedad— vemos nuestras circunstancias con diferentes lentes, los lentes de Dios. A la luz de su poder, los grandes problemas se vuelven del tamaño de un ratón. A pesar de que entramos en su presencia con un corazón apesadumbrado, nos vamos con un nuevo sentimiento de esperanza y alegría. A través de la adoración recordamos la siguiente verdad: Dios Todopoderoso está al mando de nuestras vidas y es por completo capaz de manejar lo que se relaciona con nosotros. El salmista lo resume en estas palabras: «¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza » (Salmo 42:5).


¡Regocíjese, creyente! Dios le ha dado «traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento» (Isaías 61:3). Cuando lo adoramos, la oscuridad y la desesperación se disipan.

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