Comprando Víveres Para La Casa
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. Efesios 6:4
Un hombre en el supermercado estaba empujando un carrito que contenía, entre otras cosas, un bebé que gritaba. Mientras el hombre avanzaba por los pasillos, continuaba repitiendo calmadamente: «Tranquilo, George. No te excites, George. No te enojes, George. No grites, George».
Una mujer, mirándolo con asombro, le dijo al hombre:
—En realidad merece ser reconocido por la paciencia que tiene al tratar de hacer callar al pequeño George.
—Señora —dijo él—, George yo soy.
Todo padre puede identificarse con George. ¿No le parece a veces que Efesios 6:4 debería decir: «Niños, no molesten a sus padres en el supermercado»? Pero no es así. Tal vez la razón es que los padres deben ser un ejemplo del amor de Dios, y los niños deben aprender lo mejor por observarlos. Hasta hacer las compras en el supermercado es una oportunidad para enseñarle a su hijo o hija cómo debe comportarse.
No hay un modelo a seguir más grande para un niño que el de su padre o madre. En Colosenses 3:21 se nos dice: «Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen». Sea un ejemplo de paciencia y amor para sus hijos. Ya sea que se trate de enseñarle a su hijo a dejar los pañales o a manejar un auto, los padres tienen un lugar dado por Dios para ser una herramienta que transforma los preceptos de la Biblia en un testimonio viviente para sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario