TELEVISIÓN V
A partir del año 1950, la televisión adquiere un formato comercial debido a las atractivas posibilidades de generar dinero que vieron en ella los inversionistas. De esta forma se comienza a perfilar un lucrativo negocio, el que más tarde, al igual que la producción cinematográfica, constituiría la "industria del entretenimiento", concepto norteamericano que se difundió por casi todo el mundo. Así se fue desarrollando junto con el campo de la publicidad, la transmisión de mensajes pagados, los que en su primer momento fueron en vivo y que más tarde, con la llegada de la grabación, se convirtieron en lo que hoy conocemos como Spot publicitario.
En un principio, las encuestas eran la única referencia de sintonía de los diversos bloques y canales, los que en ese entonces dirigían la inversión publicitaria. Sin embargo, a principios de los años 90 llegó el people meter, sistema que a través de un pequeño procesador instalado en los televisores de las casas elegidas de la forma más "heterogenea" posible, arrojan en línea los porcentajes de sintonía de cada canal y programa. Un método que ha sido la ley en la distribución de la torta publicitaria y que mantiene en una tensión permanente a ejecutivos, productores y trabajadores de los canales.
Los efectos que ha provocado el people meter en el medio, han sido diversos. Por un lado tenemos a las agencias de publicidad, las cuales tienen una referencia "concreta" de la conducta de la audiencia, permitiendo a los inversionistas tener confianza en que sus productos están llegando a los segmentos elegidos. Por otra parte, tenemos a la producción televisiva, que debido a su alto nivel de gastos, necesita recuperar su inversión con puntos de sintonía. Así, cada día se cae en el empleo de los recursos más bajos para lograr dicho objetivo, lejos de todo criterio moral, valórico y de sentido social.
Por ello, hay que tener muchísimo cuidado con los valores y preceptos morales comunicados a través de la televisión. En anteriores programas hemos estado analizando las influencias negativas de la televisión en la vida de nuestra familia, en especial en la vida de nuestros hijos. A modo de repaso podemos decir que, en primer lugar, la televisión nos bombardea constantemente con Violencia y Agresividad. En segundo lugar, la televisión nos presenta una visión distorsionada acerca del Sexo y de la Sexualidad. En tercer lugar, la televisión perturba la comunicación en el hogar y el tiempo en familia. En cuarto lugar, la televisión promueve la obesidad. En quinto lugar, la televisión afecta el rendimiento escolar.
Hoy analizaremos que la sexta influencia nociva de la televisión es que afecta la creatividad de los niños. La televisión ha alterado completamente la forma en que los niños se distraen o juegan. Los niños de ayer pasaban muchas horas jugando y explorando el mundo que les rodeaba. Pero los niños en la actualidad pasan su tiempo con sus ojos pegados a la pantalla del televisor y sentados firmemente en el tapete de la sala. Los niños de hoy, que deberían estar afuera corriendo y cansándose, por el contrario, solamente ejercitan sus párpados mientras se sientan, hora tras hora, frente a la pantalla chica. Las evidencias indican que la televisión interfiere con la capacidad de entretenimiento y distracción, ahogando de esta manera, la capacidad de expresar ideas lógicas. La televisión sustituye las actividades físicas, sociales y comunicacionales por la pasividad y la inactividad. La conclusión es clara y contundente; los niños que miran demasiada televisión son menos creativos e imaginativos que sus amiguitos que juegan con otros niños, corren y practican deportes.
La séptima influencia nociva de la televisión es que promueve el consumismo, sobre todo en los niños. El diccionario de la Real Lengua Española define al consumismo con las siguientes palabras: "Tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios." El consumismo se alimenta generalmente de algo llamado propaganda, publicidad o anuncios comerciales. Se estima que el niño promedio ve unos 20.000 anuncios comerciales por año (es decir, unos 54 comerciales por día) A diferencia de los adultos, que usualmente ponen la pausa en los comerciales, o aprovechan para hacer otra cosa durante esos 60 o 180 segundos, a los niños les encantan los comerciales. Les gusta que la televisión les diga qué es lo que pueden usar o comprar... y pronto lo solicitan a sus padres.
Pero... ¿Qué persiguen los comerciales de televisión? La televisión explota comercialmente a los niños más pequeños. Los fabricantes de juguetes ganan más de cuarenta millones de dólares al año por lanzar al mercado sus productos para niños. Los sábados en la mañana, particularmente, se han convertido en un terreno fértil para los comerciales de juguetes, golosinas, gaseosas y todo producto imaginable para los niños. De esta manera, toda la artillería consumista infantil afinan sus blancos publicitarios para lograr vender su producto a los niños. Este bombardeo constante afecta también los hábitos alimenticios de los pequeños. Según estadísticas norteamericanas, un total de 23 comerciales por hora, representan el 60 % de los avisos que sugieren cereales, galletas, refrescos y golosinas. Ese excesivo número de comerciales que sugieren alimentos, ha sido ligado a la obesidad infantil. Por otra parte, la exagerada representación de imágenes corporales de modelos delgadas, puede contribuir al problema de la anorexia nerviosa sobre todo en los adolescentes. Además, el 70 % de los comerciales contienen información errónea, engañosa o ambas, que los niños reciben como verdadera.
En este momento quisiera hacerle algunas preguntas: ¿Sus hijos son creativos? ¿Cuál es la distracción principal de sus hijos? ¿Están contentos sus hijos con las cosas que tienen o le piden que les compre algo que vieron en la televisión? ¿Sus hijos han aprendido a valorar el dinero o son compulsivos al gastarlo? Quizás te encuentras preocupado viendo los efectos nocivos de la televisión en la vida de tu familia. A lo mejor te preguntes... ¿qué puedo hacer para cambiar esta triste realidad?
A continuación voy a compartir contigo algunas sugerencias útiles que serán de gran ayuda para tu familia.
En primer lugar, planifique diariamente el tiempo de distracción de su familia. Planifique creativamente la distracción de sus hijos, sustituya poco a poco la televisión por actividades en donde sus hijos se relacionen con otros niños, jueguen, compartan sus juguetes e interactúen verbalmente. Procure que sus hijos realicen actividades físicas como correr, saltar, andar en bicicleta y hacer deportes. En caso de hijos adolescentes o de su cónyuge, sería bueno intentar con juegos como el uno, skipo, damas, ajedrez, etc. Lo bueno de estos juegos es que permite conversar y charlar mientras se juega.
En segundo lugar, trate de contrarrestar el enfoque consumista de la publicidad televisiva. Existen demasiados niños que han perdido la habilidad de apreciar sus antiguos juguetes. La televisión decide por ellos inclusive a la hora de escoger un nuevo juguete, puesto que los niños buscan aquellos que aparecen en los comerciales televisivos y que sin lugar a dudas cuestan mucho más que los demás juguetes que no aparecen en los comerciales. ¿Se ha preguntado usted, porque algunos juguetes cuestan más que otros, si casi todos están fabricados con el mismo material? Bueno, lo que encarece a un juguete no es el material con que está fabricado, sino el alto costo de la publicidad que en definitiva terminan pagando los padres al adquirir estos productos. Una buena decisión sería planificar los sábados y domingos por la mañana para que sus hijos desarrollen actividades recreativas alternativas a la televisión y de esta manera evitar el bombardeo publicitario indiscriminado dirigido específicamente a los niños.
En tercer lugar, inculque a sus hijos el amor por la lectura. Por sobre todos los libros del mundo, enséñele a amar la Biblia. La Biblia es el libro moral por excelencia, enseña la honestidad, verdad, amor, misericordia, compasión, caridad, perdón, etc. La Biblia es el mejor antídoto contra el pecado, los vicios y las malas costumbres. Una vez un anciano me dio un consejo sabio y que no he olvidado. Él tomó su Biblia en la mano y me dijo con mucho amor las siguientes palabras: "Este libro te apartará del pecado o el pecado te apartará de este libro." La Biblia muestra en sus páginas cual es la única solución de Dios para el pecado de todos los seres humanos. La solución es Jesucristo. Jesús dijo en San Juan 6:47 "El que cree en mí tiene vida eterna." Te invito a cerrar los ojos y elevar una sencilla plegaria a Dios. Dile: "Dios creo que Jesús es el salvador del mundo. Creo que Jesús es el único que puede limpiar mis pecados. Yo decido hoy creer en ti y recibirte en mi corazón. Gracias Dios, por oír mi oración."
LA TELEVISIÓN 5 Su Influencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario