¿Con que sueñas?
Deléitate en el Señor, ye te concederá los deseos de tu corazo…Salmos 37:4
¿En qué sueñas durante el día? ¿Deseas tener más dinero, un mejor trabajo o un mejor carro? Si somos honestos, frecuentemente nos encontraremos “orando” juntamente con esa canción que dice, “Señor, cómprame un Mercedes-Benz.” O gastamos mucha de nuestra energía y esfuerzo soñando acerca de la obtención del éxito material, sólo para descubrir que con cada éxito, la barra sube un poco más y encontramos que no podemos obtener satisfacción!”.
Deléitate en el Señor, ye te concederá los deseos de tu corazo…Salmos 37:4
¿En qué sueñas durante el día? ¿Deseas tener más dinero, un mejor trabajo o un mejor carro? Si somos honestos, frecuentemente nos encontraremos “orando” juntamente con esa canción que dice, “Señor, cómprame un Mercedes-Benz.” O gastamos mucha de nuestra energía y esfuerzo soñando acerca de la obtención del éxito material, sólo para descubrir que con cada éxito, la barra sube un poco más y encontramos que no podemos obtener satisfacción!”.
Todas
estas cosas aparentan ofrecer la promesa de la máxima satisfacción
y plenitud. Cada propaganda que vemos en la televisión nos hace
creer que la próxima compra es lo que necesitamos para estar bien.
Con frecuencia encontramos que nuestros corazones se dirigen hacia
esas cosas. Pero siempre llegamos a la misma conclusión, más cosas
no nos harán sentirnos satisfechos. Al contrario, no estamos
satisfechos, más bien, estamos frustrados.
¿Por
qué nuestra obtención de estas cosas tarde o temprano termina en
frustración? Porque no fuimos diseñados para satisfacernos con
estas cosas; no son los suficientemente grandes como para satisfacer
los deseos profundos de nuestra alma! Fuimos creados para desear
mayores cosas que meras posesiones...fuimos creados para que nuestros
deseos fuesen satisfechos por Dios solamente. Nuestros deseos son
demasiado profundos y fuertes como para satisfacerse por cosas
materiales. Sólo se pueden satisfacer por Dios mismo.
Cuando
deseamos cosas materiales somos como niños que desesperadamente
imploran a sus padres por un dulce, cuando en realidad el padre les
quiere dar un gran helado. No estamos deseando lo suficiente.
¡Nos
detenemos de desear cosas cuando tenemos al Creador de todas las
cosas! La Biblia nos promete que si realmente buscamos, soñamos y
deseamos más del Señor, Él satisfará nuestros deseos en maneras
que llenarán nuestros corazones hasta sobreabundar. Si te has estado
preguntando qué es lo que le falta a tu vida, no esperes encontrarlo
en el próximo catálogo ni en la próxima subasta.
Lo
encontrarás cuando determines en tu corazón deleitarte en Dios y
luego Él te dará todas las cosas. ¡Él mismo!
Pastor Luis Gabriel César Isunza.
Pastor Luis Gabriel César Isunza.
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