La Humildad Manda
Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
3 Juan 1:9
La humildad es una cualidad elusiva. El momento en que uno piensa que ya la ha dominado, ¡se esfuma! El control es lo opuesto. Cuando alguien trata de controlar una situación, por un grupo o una reunión, todos saben de inmediato quién manda.
En su tercera carta, Juan escribe palabras ásperas acerca de un hombre impositivo llamado Diótrefes. Parece que Diótrefes buscaba los reflectores y le daba órdenes a todo el que encontraba. Cuando se trataba de mostrar hospitalidad, directamente contradijo las instrucciones de Juan. Peor todavía, Diótrefes habló mal de otros y trató de manipularlos para que hagan exactamente lo que servía a su propósito, y no lo que los dirigentes de la iglesia les habían instruido que hagan.
¿Le suena familiar esta situación, incluso algo familiar?
A veces podemos vernos tentados a pensar que controlar una situación o un grupo es satisfactorio. La verdad es que, sea que se trate del primer siglo o del siglo veintiuno, Dios siempre tiene el control de su iglesia. Él quiere usar personas humildes y dispuestas que pueden dejar a un lado su agenda personal y humildemente seguirle a donde Él dirige. ¿Le describe esto a usted?
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