El Clamor

¡Ten Misericordia! 

Y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 
Lucas 17:13

Hubo una época en que los que crecieron en la parte sur de los Estados Unidos (mientras más al sur, mejor), con toda probabilidad recordarían haber oído la expresión: “¡Señor, ten misericordia!” cada vez que la vida empeoraba. Fue una expresión familiar en esa región de la nación, porque se le conoce como “el cinturón bíblico,” y, “¡Señor, ten misericordia!” es una expresión bíblica.

“Ten misericordia” aparece 46 veces en las Escrituras; y 12 veces sólo en los Salmos; el libro en el cual los escritores a menudo se hallaron implorando ayuda o alivio a Dios. Los necesitados le imploraron a Jesús varias ocasiones que “tenga misericordia.” Y él respondió concediéndoles sanidad o liberación según le pidieron. ¿Qué es misericordia? Es cuando no recibimos lo que merecemos. Siendo pecadores, merecemos toda clase de castigo. Así que cuando nos sentimos castigados por las circunstancias, clamamos a Dios que “tenga misericordia” y quite la situación mala. Por gracia, Dios a menudo lo hace; y por gracia nos da algo (alivio) que no merecemos. La gracia y la misericordia son lados opuestos de la moneda de Dios llamada amor.

Busque esta semana alguien a quien mostrarle misericordia. Si alguien hace algo malo y por consiguiente merece castigo, más bien extienda misericordia.

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