Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.
2 Timoteo 3:12
Cuando los que apoyaban a Martín Lutero estuvieron a su lado en Alemania del siglo dieciséis en protesta contra los abusos de la iglesia establecida, fueron perseguidos tal como lo fue Lutero. Por 2000 años los seguidores de Jesucristo han sido perseguidos tal como su Señor lo fue. Se nos recuerda en toda la Palabra de Dios que hay un costo al seguir a nuestro Salvador, pero las recompensas también son grandes.
La probabilidad de la persecución no es el punto focal del mensaje del evangelio, pero todo el que piensa convertirse en seguidor de Cristo debe entender que “todos los que quieren bien vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.” Jesús les dijo a sus discípulos originales con toda claridad: “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). Jesús también llamó “bienaventurados” a los que son perseguidos por su causa. ¿Por qué? Porque “vuestro galardón es grande en los cielos” (Mateo 5:12).
La persecución es dolorosa, pero la expectativa de recompensas eternas para los fieles es bálsamo para el cuerpo y alma heridos. Además, ayuda saber que uno no sufre solo.
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