Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Mateo 24:42
“¡Reserve esta fecha!” Ese es el eslogan de los que predicen fechas específicas para el retorno de Jesucristo a la tierra.
Lactancio, un escritor cristiano del siglo cuarto, determinó que Jesús volvería en el 520 d. C. Después muchos creyeron que Jesús volvería en el año 1000 d. C., lo que hizo que muchos de los que lo creyeron se quedaran despiertos toda la noche de año viejo del 999 d. C., esperando el gran acontecimiento. Algunos de los anabautistas creían que Cristo volvería en 1533; exactamente 1500 años después de su muerte según decían. El arzobispo Ussher creyó que nuestro Señor volvería en un día particular en 1644. George Rapp, un maestro religioso de Pensilvania, predijo que Jesús volvería el 15 de septiembre de 1829. Guillermo Miller produjo un pánico que se extendió por todas partes del país anunciando el 22 de octubre de 1844 como la fecha del retorno de Cristo. En 1980 un folleto popular mencionaba 88 razones por las que el rapto ocurriría en 1988.
Pero Jesús nos dijo que debemos estar listos en todo momento. Ni siquiera los ángeles saben el día exacto, sino que se nos dice: “Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo” (Marcos 13:33).
¡Puede ser hoy! ¿Está usted listo?
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